Un cálido lugar, un frío atardecer

Así como varios días, solía salir a dar unos paseos no muy largos. Este se convirtió en una agradable excepción al volverse uno bastante extenso haciéndome llegar a una playa a puertas del atardecer.
Un gustoso paisaje el cual era un tanto ensuciado por la cantidad de visitantes, era tan sólo el momento menos indicado para que esté con tal cantidad de gente, al menos a mí, me arruinaba la vista.
Busqué un lugar apartado, lo suficiente para poder ver el atardecer sin mucho ruido, bulla o exce de personas.

Encontré un simpático lugar que estaba rodeado de rocas, haciendo un pequeño espacio al medio un confortable lugar para sentarse y sentir la arena todavía caliente. El agua no llegaba con demasiada fuerza asi que no hab{ia que preocuparse por si una ola llegase a mojarme. No era un día muy cálido, el atardecer traía consigo un viento templado bastante agradable. Como es usual, mi bufanda y un saco largo y ligero me protegerían.

Me senté a jugar un poco con la arena, haciendo unos muy deformes castillos de arena, mientras sentía ese viento que de a poco se hacía frío...

Sentí el caminar de alguien, cuando pude notarlo mis pequeños adefecios habian sido totalmente destruidos por su persona, acto que realmenteme chocó conmigo....

Palabras algo bruscas, pero por suerte no lo suficientemente toscas para hacerme perder mis pocos tintes de paciencia. Pude fijarme de inmediado que un individuo, de caracter femenino había sido la culpable, totalmente fuera de lugar, al igual quemi persona. Solté un ligero suspiro debido a la incómoda interrupción y tan sólo intenté ser cordial ante tan peculiar señorita que se había acercado a este pequeño lugar, que obviamente no era fácil de encontrar.

-Disculpe, parece que ha caminado bastante para encontrar este lugar, al igual que yo, sé lo que cuesta encontrar un lugar así, y lamento decirle que no lo dejaré tan fácilmente- Dije de una forma muy amable, y luego pude ver que cargaba algo de peso considerable
-Tal vez después de caminar con eso a tu espalda necesites un descanso, te haré un espacio si deseas, y si me lo permites, podría ayudarte con ese bulto que al parecer te molesta- Solté un ligera sonrisa, ese día no tenía ninguna intención de pelear, me moví ligeramente insinuando un pequeño espacio para que pudiera acomodarse....

La miré notando, posiblemente, un profundo cansancio, la verdad no debía importarme del todo, pero no era algo que me desagradara, eso me daba una "palmadita" más de corage para ayudarla. Estar aburrido daba sus ventajas para parecer un caballero.

-Mmm, no te preocupes, puedo ayudarte si gustas, no sería problema- Me limpié algo de la arena que me había lanzado aparatando un lugar para enterrar la bolsa, buscando el mejor lugar posible, algo de tal tamaño debía ser enterrado con cuidado, en especial si olía así... Así de raro... con lo que le dije -Después de enterrar esto ya podremos disfrutar el paisaje, no te parece?, además dejará de oler tan raro-

Realmente no quería entrometerme en los asuntos de la Dama, asi que no hice preguntas de más a pesar de que toda esta situación era de lo más rara, me limité a cosas más simples... Mientras hacía un gran agujero... Pensaba en como iniciar una conversación, no soy de las mejores personas para ello, y usualmente, como me gustaba estar solo desde que "eso" ocurrió... Había aprendido de ello, a convivir con ello, a disfrutarlo... Ciertamente, el tener compañia era más agradable en ciertas ocasiones, y esta vez creo que el lugar daba para compartir con alguien.

Entonces la pregunta más simple apareció.

-Al menos podría saber el nombre de la Dama a la cual ayudo, ¿puedo?, ¿verdad?- Dije mirándola de forma no muy seria, en un aire muy tranquilo....

Sentí notablemente ese cortante aire de la chica, podría decir que fue desagradable, la verdad no lo fue, más bien diría que se hizo sentir algo incómodo, pero soy de esas personas muy difíciles de tratar, ya que simplemente no sé tratar con las personas...

Ese sentir incómodo llamó a algo desagradable dentro de mí, que me limitó a decir... -Mmm ya veo, podría preguntar que hay en la bolsa, el por qué huele así, el por qué tiene un parecido peculiar, y por qué lo enterrarías aquí....- Luego de decir eso de forma tan seria cambié mi tono, ese no era yo... -Pero sólo te pregunto tu nombre, ya que si nos volvieramos a ver, me gustaría saludarte, es parte de mi educación- Dije de forma algo más animada y agradable esta vez.

Seguí con mi trabajo ya terminando el agujero para esta mochila, la arrojé y la fui tapando lentamente, haciendo mi trabajo bastante bien, como sime hubieran pagado para ello.

-Me parece que estoy haciendo un buen labor, a tí no?- reí levemente -Puede que no sea nada interesante el paisaje, pero siéntate un momento y respira la brisa, tal vez eso te haga cambiar de opinión... Sólo hazlo -dije finalmente con una voz con la cual pretendía algo cálido...

Realmente no quería pelear, no quería recordar lo que había pasado para llegar a esta aparente tranquila ciudad, lo que había aprendido y hecho para sobrevivir después de dejar casa, era sólo para casos totalmente necesarios... Este no era un caso necesario.

Pero que interesante se había tornado mi paseo, ciertamente trataba con una chica peligrosa, posiblemente así, incomprendida tal vez, al fin y al cabo, una chica que iba chocando con todo lo que le desgradaba y practicamente se los comía a todos por delante.

Recordé en muchos flashes todo lo que me ocurrió hasta llegar a esta ciudad donde me establecí, la vida es dura, ciertamente lo es, y después de pasar muchas cosas dificultosas, entendí que cualquier alma puede ser amigable siempre y cuando esté dispuesta, aunque sea un poco, a respirar nuevamente... Es un decir para "empezar de nuevo/seguir adelante"... Aunque ciertamente aprendí también por las malas, que no debo entremeterme enlo que no me concierne, algo que sí me agradaba de cierto modo era escuchar la historia de cada persona.... Uno puede aprender mucho.

-eres muy agresiva no?- Dije de forma amigable sacando una mueca -No sé por qué, pero me agradas- reí levemente

Sentí una brisa que ví que también le golpeó a ella, era agradable, y antes de que pudiera decir algo, escuché su voz.
-Mmm buena pregunta, primero que nada, no me mires así, ya pasó todo, o no? o te preocupa que yo...- reí ligeramente -si, seguramente... Te ayudé y ya, mi tarde era aburrida. Y tú ya hiciste algo... que por tu actitud, presumo que es algo malo... Pero ya está hecho- Callé un momento

Me siguió preguntando cosas un tanto extrañas, a mi parecer, se me acercó y noté claramente que quería intimidarme, posiblemente atacarme también, pero no tengo nada que perder... Todavía al menos. Me le quedé mirando y reí de forma muy seca, con un ligero tragar atascado, aunque no haya estado nervioso, cualquiera que aprecia minimamente su vida, se pondría tiezo ante una amenaza.
-Asesino?, tal vez...- Dije con voz seria -Enrealidad no. Lo hecho hecho está, me parecería más interesante ver la efectividad de la policía, o tal vez te cargaste a alguien que se lo merecía, no lo sé, en cualquier caso no diré nada... Este es un "juego" que no me concierne, preferiría verlo desde afuera.- Suspiré bastante, pero de forma discreta...
-¿Acaso no todos somos asesinos de algún modo?...- Dejé un silencio bastante prolognado para mi gusto y de voz muy, muy leve dije

-Disfruta de estas pequeñas cosas... La brisa-
Me quedé mirando al frente...

No sabía muy bien como reaccionar ante la persona que se encontraba a su lado, era la primera vez que alguien le decía que era agradable, cosas como esa y las muestras de afecto no habían sido experimentadas por Yunuen ¿Qué debía de sentir? En estos casos siempre se quedaba callada y prefirió seguir escuchándolo. Aunque dijo técnicamente que no era ninguna amenaza eso no hizo que se alejara, aun mantenía la corta distancia que invadía evidentemente el espacio personal del chico.

-Es agradable sentir la pequeña brisa pero no a tal grado de que lo llegue a disfrutar- Por fin había dicho pero aun se encontraba un poco ida, pensando en las últimas palabras del chico antes de que se produjera aquel extraño silencio- Me has demostrado que no eres como los demás, todos se exaltan con los temas de muerte y asesinato pero...tú no- Volvió a mirarlo de manera penetrante, analizándolo. Tenía que haberse dado cuenta de la personalidad extraña del chico pero muchas veces no era necesario fiarse de su aspecto, de todos modos para ella todos eran unos idiotas.

- Mi nombre es Yuu- Comentó casi al instante en que otro silencio se apoderó de la atmósfera, por supuesto que le había dicho solo el alias que le dieron en la correccional. Podría ser divertido después de todo dejarlo vivo y divertirse un poco- Hace unos momentos hiciste un buen trabajo al enterrarlo, estoy empezando a considerar meterte en mi “juego”- haciendo las comillas con sus manos, su mirada mostraba un pequeño brillo que antes no tenía, tal vez de excitación o de diversión- Serías como mi mascota, mi perro al que le pondría correa y lo llamaría “Poochie” y le enseñaría las cosas que disfruto ¿Qué dices?- Preguntó mostrando una sonrisa de oreja a oreja, de complicidad. Por lo general mataba de manera individual pero no sería mala idea hacerlo con compañía.

DEspués de ese silencio que produje y me distraje por la brisa, noté que la chica sí estaba respondiendo....

Suabicé mi voz y con un tono agradable le mencioné -Ya estás sentada, algo cerca de mí- reí levemente después de eso mientras ponía mirada algo extrañada hacia ella -Y quieras o no, al calmarte un momento y darte un segundito para sentirla brisa, ya la estás disfrutando- Sonreí con una ligereza amigable.

Me cambió ligeramente de cara sus siguientes palabras, puse una más seria, con un muy inperceptbile tono melancólico -Ya te lo dije... Además la muerte es algo que la gente no le agrada, no le gusta y no acepta... Cuando la aceptas y entiendes en qué consiste, tienes otra perspectiva, es todo... ¿No te parece?-

Pude sonreir con algo más de sinceridad cuando me dijo su nombre, era algo corto, tal vez un apodo, un sobrenombre de cariño, o tan sólo una forma de cubrir su verdadero nombre por "seguridad". Difícil saber.

-Hola Yuu- Dije de una forma un tanto más exaltada, la situación era un poco emocionante. Me le acerqué levemente.

-¿Juego?- Me exalté otro poco, entrecerrando mis ojos, dibujando una sonrisa que crecía de a poco y todo esto finalizaba cuando vi a sus ojos, contenian un brillo que no se encontraba cuando había llegado. Comencé a moverme con algo de emoción, acercándomele de a poco - Quiero... Jugar - Hice el mismo gesto con las manos...

Me explicó algo, con lo que mi expresión se cambiaba a cada momento, de sorpresa, exaltación, emoción y duda, ¿de qué se trataría?, todo esto parecía raro, pero divertido...

-Parece que notaste que si tengo esos rasgos... de Lobo- Dije bajando la voz para luego emocionarme un poco. -No me gusta ese nombre, y sería interesante y sobre todo divertido, eso parece...- Dejé un leve silencio, y en lo que conectaba sus ojos con los míos, entre ambos brillos, le sonreí y con una voz algo melosa, suabe y cálida le dije -Soy Suzune, y estaría encantado de jugar pero no seré tu perrito, seré tu Lobo- ~

Alzó levemente la ceja al notar que el chico quería ser parte del juego de Yunuen, esto le dio a entender que podría adentrarse en su vida. Rápidamente pensó en los pros y en los contras; ella no tenía nada que perder y le ayudaría mucho tener una segunda mano para asesinar a las personas, le sería más fácil, esperando que no se arrepintiera tarde o temprano el chico. El brillo en sus ojos no se apagó, se mantenía- No se lo que te pasó para que seas como eres y realmente no me interesa…Si quieres estar dentro de mi “juego” está bien, te dejaré jugar conmigo pero una cosa es segura...- Estaba muy cercano su rostro del chico pero no por eso se apartó, incluso sus labios rozaban un poco los contrarios- Yo no te estaré cuidando, si alguien quiere matarte te encargarás tú solo, no te ayudare.

Se alejó levemente de él al escuchar su nombre, tenía un nombre sencillo y en otros casos le daría igual su nombre pero en esta ocasión lo recordaría- Para mí aún eres un pequeño perrito llamado Poochie, tendrás que demostrarme que puedes ser un lobo. Mientras no te reconozca te trataré como un perro y te llamaré como te puse- Repentinamente volvió a acercarse, no solo su rostro, también su cuerpo haciendo un movimiento ágil y rápido para posicionarse encima de él, empujándolo para que quedará boca arriba. Ella encima de Suzune tomándole de las muñecas para sostenerlas con fuerza, solo con una mano lo cual no implicó mucho esfuerzo debido su fuerza sobre natural.

-En estos momentos tengo muchas ganas de jugar contigo un juego que me gusta mucho- Con la mano libre que tenía sacó la navaja con la que había asesinado antes a la persona, la limpió pero todavía se notaban pequeñas manchas de sangre, Yunuen pasó su lengua sobre estas manchas para quitarlas en su totalidad. Sus ojos estaban dilatados, por la leve excitación que empezaba a tener con tan solo imaginar el volver a ver sangre- Veamos si tu sabor es bueno cachorro- Murmuro poniendo todo el peso de su cuerpo en el del lobo. Con un rápido movimiento hizo una pequeña herida en la mejilla ajena, un pequeño hilo de sangre empezó a surgir, se relamió los labios. Sin demorar lamió la sangre, lentamente, quería disfrutar el sabor, dio un leve suspiro- Nada mal- Murmuró sin dejar de lamer la herida.

¿En qué clase de situación tan particular me había puesto?, esto era notablemente extraño, pero, sólo quisiera que sea divertido, desaté un suspiro profundo en mis adentros esperando divertirme realmente después de muchísimo tiempo... Será que esta era la ocasión para ello?

Sus rostros eran tan cercanos, sentí su leve aroma, uno curioso, algo inquietante, qué es?, seguía levemente cautivado mientras sentía su aroma y escuchaba sus palabras... -¿Qué es seguro?- Mencioné estando tan cerca... rosándose nuestros rostros, nuestros labios, a lo que una manía que tengo atacó y sacaba la lengua pasándola entre mis labios de forma muy suabe, humedeciéndolos... Creo que rosé los suyos...
-No te preocupes por eso, creo que puedo defenderme lo suficiente-

Sonreí de forma ligera al escuchar sus tan duras palabras acerca de "ganarme" mi puesto, esta persona realmente sabía lo que quería, o al menos parecía. -No te alteres...- le decía cuando se siguió acercando hasta hacerme caer. Me hizo reir ligeramente su agresividad.
-¿Qué te propones?- Pregunté algo agotado por la caída...
La miré mientras jugaba con la navaja, mientras su mirada cambió, mientras su rostro se tornaba algo extraño...
No me gustó mucho que cortase mi rostro, soy algo narcisista, supongo que viene de familia... Pero este ligero sentimiento de desagrado cambió cuando comenzó a lamerme.

Seguí notando que su rostro tenía una expresión algo extraña a mi parecer... ¿Qué le ocurre?, pensé...
Me retocrí por su acción, sus comentarios de que no sabía nada mal, no se detenía, seguía moviendome, soltando algunos y muy pequeños gemidos por una extraña sensación que se emitía en mi interior...

Antes las acciones que Suzune hacía, como retorcerse bajo ella provocaba que de nuevo tuviera un deseo de más, un deseo insaciable de sangre y olor a muerte percibiéndose en su rostro que no estaba sereno, ni neutral. Sus ojos mostraban la locura y su sonrisa mostraba lo sádica que podría ser. Matar era la única acción que dejaba liberar sus emociones. De su mejilla aún salía sangre pero estaba aburrida de lamer el mismo lugar, levantó solo unos cuentos centímetros su torso para que se volvieran a ver- Vamos ahora a por la otra mejilla ~- Dijo casi canturreando volviendo a mover muy veloz la mano, la herida esa casi igual que la otra mejilla.

-Si te mueves empezaras a excitarme y no querrás eso poochie- Susurró mientras lamía los labios del chico. Su cabello, al ser largo y no estar sujeto, caía como una cascada ocultando ambos rostros, solo entraba poca luz, un ligero resplandor emitían sus ojos color carmesí y es que al estar excitada comenzaba a desear más sangre- Trata de tampoco excitarte perrito aunque tus ligeros gemidos me gustan- Pensaba que por el momento estaba bien hacerle dos cortes por lo que guardó la navaja nuevamente en su bolso moviéndose ligeramente. No cerraba sus ojos por si el otro tramaba algo, como apartarla.

Sus ojos no se quedaban en el mismo lugar mirando siempre al rostro de Suzune y los brazos de este. Tenía suerte que estuvieran en un lugar poco visitado pues tenían de algún modo privacidad. Si otra persona los vería seguro pensaría que eran la típica pareja de enamorados demostrando su amor al público. Lo que hace que actúe de esa manera tan impulsiva no era del todo gracias a la sangre que le proporcionaban, también que debajo de ellos estaba aquel torso del hombre que asesinó para quedarse con su casa durante un periodo corto.

U: Por cierto... Amm..si quisieras ser el Pet de Yunuen? : )? )

Trazo un corte en su rostro, siguió así con propociciones sádicas.

Mi reacción era de tranquilizarme, era tan incómodo que mi rostro haya sido una y otra vez abusado, peor la emoción comenzaba a provocarme unas sensaciones de gusto ante la situación, ella no erraba sus ojos y en los mismos quedé fijo ante esa mirada mezclada por placer y locura.

Me gustó.

La moví de un lado a otro intentando de a poco safarme, esto estaba bien?
Era un tanto dificultoso darse cuenta sobre ello, acaso esto acabaría como el satisfacer deseos primarios?
No podía ocultarlo, comenzó a gustarme cada vez más y más...

Solté un gemido algo más fuerte al intertame safarme, pero sólo logré alinear nuestros órganos "placenteros", el movimiento me incentivaba y sugería algo que realmente no tenía intenciones cuando salí a dar un simple paseo.

Con un movimiento algo brusco logré safarme, y no sólo eso, acallar a la mujer que notablemente tenía que jugar con el placer que se le venía y yo resistiéndome a la situación.

La moví y dimos una vuelta sobre la arena, pensé que con la actitud que ella tenía, dicha acción la pondría agresiva... Más agresiva... Y más con lo que había caído, cuando reaccioné vi que ella no apartaba mirada pero lo que noté tal vez era un parpadeo, un poco de arena que había saltado, ambos sentíamos calor, estoy seguro, una pequeña gota de sudor cayó a su cuello, con lo que su mirada me cautivó un poco más, no me resistí, fue una reacción totalmente "primitiva" si valiera el termino...

Me acerqué a su cuello y susurraba en voz baja mientras me acercaba.

-Señorita, esto se torna un tanto raro... Sólo le pediré, Poochie no se´ra mi apodo si es que quiere jugar...- Mordí su cuello levemente mientras limpiaba la gota de sudor que le había hecho caer de mi frente pasando mi lengua de a poco....~

U: Siento mucho la tardanza ;O;!!!! Y claro, será interesante ser tu pet n.n