Franz R. Maier

Presenta una cabellera de tonalidad castaña oscura y relativamente corta, que usualmente aparece despeinado, con un rulo que sobresale desde la frente. Ojos tonalidad violáceas, las cuales van cubiertas pos unas gafas cristalinas que porta casi siempre, lo que le otorga un aspecto intelectual. Además de ello, su vestimenta es bastante cuidada y elegante, asemejándose a las prendas usadas por los aristócratas.

Su piel clara y nívea, acorde a la tonalidad de sus cabellos y sus ojos. De contextura física promedio, llega a bordear los 1.88 m.
En sus ratos libres, cambia las prendas elegantes por una simple camisa blanca y pantalones de vestir sin mayor detalle, buscando aparentar tan solo un civil más y evitar a la gente que lo admira y ocasionalmente agobia su estado de ánimo.
No es alguien acostumbrado a usar la fuerza bruta, prefiriendo desarrollar más su intelecto y sus habilidades en magia, aunque no descuida el físico, procurando entrenar un poco asi evitar fatigarse del trabajo.

La expresión en su rostro conserva calma y tranquilidad, a veces confundido con ingenuidad, se le ve muy pocas ocasiones sonreír o manifestar sus emociones con naturalidad, ocultándose muchas veces tras una tenue sonrisa o mirada fija.

Es considerado como una persona bastante culta y educada, sin embargo prefiere moderarse ante otras personas, a fin de evitar que lo vean como alguien extraño o egocéntrico, aunque es cierto que Franz no es muy tolerante a la ignorancia de lo demás, por lo que siempre que pueda corregirá y explicará a quienes vea cometan errores, quizás un poco perfeccionista y detallista, sobretodo si hablamos de arte y música.
Aunque muchas personas que conocen su trayectoria como músico le admiran, Franz no es el del tipo de personas sociables que busca ganar fama por su personalidad, por lo general es un tipo un tanto serio y distante, mas trata de no ser descortés, siempre buscando el modo educado y formal de decir las cosas y manifestarlas, para evitar malos entendidos, forzándose a veces a sonreír si fuese el caso.

Prefiere ir conociendo a las personas poco a poco, hasta lograr lazos de confianza lo suficientemente fuertes para mostrar ese lado cálido, expresivo y amigable.
Su amor es el arte, especialmente la música, la cual es capaz de liberar ese interior lleno de emociones, plasmar en las notas, los acordes, la melodía y la letra, todo ese cumulo de sensaciones logran que su música sea muy especial y agradable, tal vez es su modo más natural de expresarse.

Si bien se describe como un sujeto calmado, oculta bien sus deseos masculinos, tarde o temprano llegará el momento en que salga a flote ese ámbito que podríamos denominar perverso, dependerá de la dama que logre establecer un lazo mas intenso con él o descubra el modo de llegar a despertar sus deseos que por naturaleza le corresponden. Tal vez la respuesta esté más cerca de lo esperado.

Nacido bajo el seno de una familia de la aristocracia Austriaca, Franz creció en una de las familias más pudientes y representativas del país, educado en las mejores instituciones y bajo la tutela de tutores y maestros en diferentes campos, artes, magia y ciencias, que cultivaron en él desde pequeño el gusto por el aprendizaje, aunque el mayor de sus talentos se expreso en la música y el arte, destacando como uno de los genios de Austria, sin embargo el hecho de centrarse demasiado en el lado intelectual, hicieron que desarrollara poco el ámbito personal y social, es la razón de su personalidad poco expresiva.

Creció sin mayores preocupaciones, una vez graduado de la academia de música de su país, obtuvo fama por su talento, llegando a visitar muchos países, inclusive de otros continentes. Fundó su propia productora de música, encargada también de auspiciar y organizar conciertos de música a nivel mundial, no le llamaba mucho la atención el dinero, sino hacer que la música agrade y guste a todo el mundo, y de ser posible que nuevos talentos logren desarrollarse, pero había una cierta frustración que empezaba a manifestarse con claridad en su persona, el hecho de sentirse solo emocionalmente hablando, tal vez ese deseo innato de hombre empezaba a descarrilar en ocasiones sus pensamientos, fue así que escuchó hablar de una ciudad con un negocio en particular, no le fue nada difícil ubicarlo y pronto supo el nombre “Heaven City” tomó un vuelo y pronto llego allí busco conocer más del lugar, obtuvo algunos conciertos allí por lo que su estancia sería algo larga, mientras evalúa la posibilidad de emplear ese negocio.

Las mujeres que se manifiesten sumisas y tímidas con él, podrían llegar a enloquecerlo. Sin importar mucho los aspectos físicos.