La compra!

Era un día caluroso, aun estaba recién levantado de la cama y me dí cuenta de que el correo llegaba hoy. Me levanté de mi cama y fui hasta la entrada y vi las cartas, una de ellas era de una tienda que quedaba cerca de la casa, así que decidí darme una vuelta por allí pero antes tenía que terminar de desayunar.

Un rato luego, llegué a la tienda, era un poco acogedora pero bien acomodada, caminé hasta el mostrador y pregunté "¿Alguien me puede ayudar?", no veía a nadie pero me dediqué a esperar viendo el libro que estaba cerca de mi, lo abrí y noté que era una guía de pets disponibles en la tienda. "Son bonitas estas chicas" dije en mi mente, habían varias opciones pero elegí a una chica que me parecía interesante. "Es una Maid" pensé de nuevo,mientras que miraba su nombre...."Su nombre es bonito...." Dije otra vez pero esta vez en voz baja. "Creo que ella será mi opción." Por ultima vez hablé y rellené un formulario que tomé cerca del libro.

Código:

Nombre del usuario (Amo): Yoshida~
Nombre del usuario (Esclavo): Shizuku Takahashi
Lugar de Compra: Lemon Land Shop (Tienda)
Fecha de Compra: 29 de Enero de 2013
Domicilio: aún por crear
Tipo de pago (cheque o efectivo): efectivo
Firma del comprador: [u]Yoshida [/u]

Terminé de Rellenar el formulario y esperé que un empleado me atendiera.

Aun intentaba superar el hecho de que Kokoro fue comprada, cosa que la verdad me habia dejado muy de malas el dia, pero como era mi deber segui vendiendo esclavos y entregandolos, cada vez con mas tristeza hasta que llegue a pensar por un momento que dejaria de vender, no soportaba ver como otro de mis grandes amigos, un neko hermanito mio muy cercano, era vendido, cada cosa que pasaba me llenaba de mas tristeza.

En ese momento habia llegado otro cliente, quien habia solicitado la compra de Shizuku Takahashi, asi que fui y tome el formulario y el efectivo, indicandole al cliente en un momento la traigo señor diciendole con un, ahora habitual tono de tristeza.

Fui hacia la zona de esclavos y busque a esa nueva esclava, quien fue comprada rapidamente. La mire y le dije Shizuku-san, has sido comprada nyan, tu amo espera alla afiera indicandole, llevandola sin forzarla, sino guiandola, hacia su ahora amo.

SELLO DE COMPRA!
diviertanse mucho lemoncitos! (?) xD

Llevaba pocos días en la tienda, y sinceramente no acababa de acostumbrarse a ese estilo de vida en absoluto. Apenas había intercambiado palabras con otros esclavos, aunque más bien parecía que no querían acercársele mucho, quizá porque estaban espantados por su frío semblante y punzante mirar. Y eso no se debía a otra cosa que su carácter duro e independiente, que la caracterizaba desde que era pequeña. No había hecho ningún amigo y tampoco le importaba, sus metas estaban bien definidas, y no se distraería con tonterías como aquellas.

En ésos momentos se encontraba en el pequeño jardín de la tienda, disfrutando de la lectura de un libro de estudio. Lo que le sucedió respecto a la economía de su familia había interrumpido su actividad escolar y no había tenido ni un poco tiempo de estudiar, desde entonces. Por eso mismo desde que había llegado -relativamente hace poco-, se había dedicado religiosamente todos los días a leer libros y libros, para no descuidar ni perder siquiera un poco el ritmo. Una voz familiar captó su atención y se giró, encontrándose con el pequeño y adorable Bluend. Suspiró de forma desinteresada, esperando que su excesiva hiperactividad no intente estorbarle en sus asuntos. No tenía mucha paciencia para las personas adorables, y de alguna manera era bastante "hipoglucémica" en ese sentido. Pero el libro cayó de sus manos cuando oyó lo que el peliazul le dijo, y quedó completamente inmóvil por unos segundos.

"Me... han comprado?".

Bueno, no es que no lo quisiera, pero sinceramente la había tomado completamente por sorpresa. Se puso de pie rápidamente, tomando el libro entre sus brazos con mucha fuerza y nerviosismo. No estaba lista. Pero así tenía que ser, debía hacerlo. Por sus estudios, por su futuro. Respiró hondamente y siguió a Bluend hasta el mostrador, donde vio a su comprador, o mejor dicho nuevo amo. Abrió los ojos sorprendida, pues lo que esperaba era más bien a un adulto o un profesional, con pinta de ser responsable y maduro como mínimo. Pero no era así. sino que frente a ella se encontraba un chico pelinegro, de su edad, un poco más alto que ella, y sin duda con pinta de ser un todo un delincuente. Frunció el entrecejo y lo miró con frialdad, plantándose enfrente suyo sin acobardarse en absoluto.

-Hola. -disparó secamente, mientras hacía una leve reverencia y bajaba la cabeza. - Espero serle de utilidad, Amo. -finalizó con toda la seriedad posible, pese a que sus palabras podrían haber sonado mucho mas tiernas y adorables, en los labios de otra chica. Lo único que ahora la preocupaba, es que al menos un chico de su edad pudiese ser lo suficientemente responsable como para pagar sus estudios. Si no iba a ser así, buscaría la forma de escaparse de alguna u otra manera y finalmente volvería a buscar otro Amo que pudiese hacerlo. Oh, cierto no sabía su nombre, ni tampoco había dicho el suyo. Levantó levemente la vista y observó a Yoshida unos segundos, para luego clavarla rápidamente en el suelo, mientras un tenue sonrojo aparecía en sus mejillas. "¡¿Qué me sucede?!... es solo un chico con pinta de bandido, nada más. No me asusta.". Tragó saliva y juntó sus manos, nerviosa.

Luego de por fin haber esperado a que llegara la chica, cuyo nombre es Shizuku Takahashi, había aparecido ya en frente de mis ojos, me sonrojé un poco al ver su lindo rostro y ver que segura estaba ella. "Hola....Cuidaré de ti aunque seas de mi edad, te trataré bien, que tal si vamos a pasear un rato y conocernos mejor?" Le dije con un tono de confianza y tomarla de una mano.

Sentí una sensación rara cuando la tome de las manos, sentía que ella transmitía un sentimiento pequeño por alguien como yo, incluso con su aspecto noto que es un poco seria pero a lo mejor no es así o tal vez si....solo era cuestión de conocimiento entonces. Junto a ella, salimos por fin de la tienda y fuimos rumbo a tomar café, en el camino, pensé que más cosas podríamos hacer y que ella podría ser en mi vivienda que estaba en construcción aún, "Creo que ella y yo tendremos una buena vida por delante de esto y podremos conocernos más y ser más que amigos o Amo y esclava..." pensé y la miré de reojo, estaba muy nervioso con esto, casi nunca pienso en este tipo de cosas pero....lo hice, así que debía afrontar esto.

La joven intentó no hacer mucho contacto visual con su nuevo Amo, aunque todavía no podía descifrar bien el motivo. Quizá era porque desconocía sus intenciones con ella, o más bien sólo estaba nerviosa por estar frente a un chico que poseía cada centímetro de su cuerpo, y estaba en total libertad de hacer lo que quisiese con ella. Sea como fuere, nunca sabría la razón de por qué se comportaba de esa manera tan intranquila. Suspiró intentando serenarse, no debía mirar a ese chico como un adolescente de su edad; él sólo era su nuevo "tutor" y a lo único que tendría que darle importancia es que él pueda asegurarle un buen instituto en donde continuar sus estudios. Sí, no habría distracciones. Entre tales pensamientos subrepticios, de repente el pelinegro tomó su mano y la arrastró consigo. Shizuku quedó petrificada, mirándolo completamente sorprendida. "¿Cómo que cuidará de mi?... ¿p-pasear y co-conocernos?..." pensó toda exaltada, mientras seguía sus pasos, sin saber bien que hacer. Su cara se volvió completamente roja al sentir la mano de Haru, y se percató de repente cómo su corazón latía a toda prisa.

-... ¿Eh?!...Es-esper- tartamudeó nerviosa. No obstante cuando comenzaron a caminar, enmudeció enseguida e intentó tranquilizarse, mientras rápidamente buscaba algún sito donde clavar su mirada, lejos de los ojos de Haru. Aquello la había tomado por sorpresa, pues no tenía planeada ninguna cita en su agenda de hoy. Bueno, de hecho no había planeado nada de lo que había sucedido hasta entonces. "¡¿Qué pasa con él?!... decir esas palabras tan a la ligera... es un... un tonto." pensó indignada, mientras fruncía el ceño y escondía sus mejillas enrojecidas bajo su bufanda. Mientras caminaban no dijo ni una sola palabra, se mantuvo completamente callada de forma natural, todavía intentando pensar y procesar todo lo que había sucedido hasta ahora. "Ciertamente debo servirle, pues siendo su esclava debo obedecer todo lo que me diga... p-pero ¿Por qué quiere que tengamos una cita?... espera... ¡¿Esto es una cita?!" alarmada, tragó saliva y sintió como el pulso se le aceleraba a mil por hora. No podía ser. ¡¿Alguien como ella teniendo una cita con un chico?!... No. Ella no era de ese tipo de chicas. Sólo le interesaba sus estudios y no dejaría que se le interpusiera una distracción como aquella.

"P-pero... tal vez... s-sólo una vez" pensó mordiéndose el labio inferior, mientras su rostro tomaba nuevamente un color rojo vivo. Sólo aquella vez haría una excepción extraordinaria. Después de todo debía conocer mejor a quien era su dueño legal en todo sentido, -cuyo nombre todavía desconocía- y aunque sea establecer una relación formal y seria entre ambos. Sí, solo eso. Una relación formal y tranquila, de compañeros. Ella estaba segura de que sólo quería eso. Aunque aquello no dejaba de lado de que nunca en su vida, había tenido una cita, y no tenía la menor idea de qué hacer o como comportarse.

Viendo su reacción se sabía que ella estaba sorprendida de este suceso rapido que pasaba, para mi tampoco era normal, pero tenía que hacer algo y tener algo más de adelanto con esta nueva amistad.... "Oye, no pasará nada, esto solo será para conocernos un poco más, no hay nada de que temer, estoy un poco nervioso tambien pero no hay nada de que preocuparse" Dije con un tono tranquilo y al mismo tiempo nervioso y apenado por las acciones anteriores, pero le sonreí y la miré para que tuviese un poco más de confianza.

Paré un momento y tomé un poco más de aire y pensé mas con este asunto. "Oye.....creo que he sido un tonto al haber hecho todo esto.....te tomé de las manos sin darme cuenta de que estaba haciendo...pero creo que era algo un poco apurado, no lo crees?" Le pregunté un poco preocupado de lo que hice con ella, pero era la primera vez que estaba emocionado por una chica a quien pueda conocer realmente. "Creo que deberíamos ya llegar a alguna cafetería para tomar algo o comer algo...." Dije un poco serio y la miré a los ojos por un momento y luego seguí caminando con ella aun con las manos tomadas. (Esto será un poco raro pero creo que debemos llevarnos bien al menos, quisiera conocerla más y hablar mas con ella ante de dirigirme un poco más allá de la amistad...) pensé y seguimos hasta por fin llegar cerca de la cafetería.

Pasados unos minutos, Shizuku no tardó mucho en caer cuales eran las verdaderas intenciones de aquél chico, y frunció el ceño con molestia. "¿Un poco apurado?... espero que no tenga como objetivo final nada de... e-eso, por que sea apurado o no, no pienso aceptar a ello...". Suspiró de forma cansina, y se dejó llevar de la mano pero ya sin ninguna motivación o señal, que pudiese darle a aquél chico una falsa esperanza. Y es que realmente a ella no le interesaba "salir" con nadie, pues lo consideraba una pérdida de tiempo, tiempo que podría haberlo utilizado para estudiar, lo cual sí es productivo. La verdad es que le desagradaban mucho los chicos que se le acercaran con claras intenciones de pretenderla, y aunque no lo pareciese, aquello le había sucedido ya varias veces. En su anterior instituto, se le habían declarado en muchas ocasiones, pero ella se había dedicado a rechazarlas secamente, sin importarle sinceramente un bledo. "... Sólo es otro más." concluyó en su interior, mientras miraba de forma inexpresiva hacia el frente. Al final, no había nada que distinguiese a ese chico de los demás, pues hasta ahora ninguna acción suya había logrado llamar su atención. Siendo sinceros, ella era una chica muy difícil de impresionar.

-Está bien... si eso es lo que desea. - respondió con serenidad, aceptando su invitación. Sólo tenía que colocar bien en su mente que aquello no era una cita, y listo. Punto final. Además aprovecharía a dejarle bien en claro a su Amo todo lo respectivo a sus estudios, y que a cambio, ella sólo le ofrecería su trabajo de Maid. No era tan difícil, y más siendo que, desde que su madre había comenzado a trabajar, ella había tenido que crecer como una adulta resignada desde pequeña, y por ende se había encargado de los labores de la casa ya desde los 5 años de edad. En cierta forma, Shizuku sería la madre o sirvienta perfecta que muchos desearían tener, pues la forma de realizar trabajos domésticos con rapidez y esmero, era impecable. Llegando a la cafetería, miró disimuladamente de reojo al joven, y luego clavó la vista hacia otro lado con rapidez. "No hay nada de malo con él... s-sí, sólo es otro chico más" pensó.