Residencia Sawada

El viaje fue algo incomodo y a la vez agradable. Me gustaba sentir a Hinako tan cerca mio, pero me hacia sentir incomodo el hecho de las miradas constante del padre de ella hacia nosotros, es como si me estuviera juzgando todo el tiempo y eso me daba mala espina.
Cuando llegamos a su casa me quede sorprendido, Tienes una casa muy bonita... le digo mientras observo a los alrededores. ¿Que quieres hacer?, le pregunte mientras me acercaba a la ventana para observar como era la vista desde la casa de ella.

Cuando sus palabras sobre el lugar llegan a mis oídos asiento con la cabeza y le mando una sonrisa sincera. Me abre la puerta uno de los sirvientes de la casa y bajo la cabeza en agradecimiento. Él me responde con una sonrisa y nos deja paso para bajar. Espero junto al coche a que padre baje también, y así hacer una reverencia antes de que se interne en la casa y no lo vuelva a ver hasta la cena... «—Si es que se digna a cenar conmigo —pienso. Intento recordar todas las veces que ha tomado alguna comida junto a mí... son escasas—. Para él es más importante su trabajo que su propia hija.»

¿Qué hacer ahora? me pregunta él. Miro al muchacho de cabello blanco y ojos rojos. Me gustaría poder acercarme más para poder apreciar más de cerca sus ojos, rojos como hermosos rubíes, alguna vez había visto alguno en exposición, pero nunca había tenido cerca alguno. Sonrío cerrando mis ojos.

—¿Qué te parece si vamos a mi habitación y luego te muestro la tuya? —mi sonrisa se hace más pronunciada y, sin esperar una respuesta por su parte, hago amago de agarrarlo de la mano y llevarlo conmigo.

Lo guío hacia los dormitorios y le voy indicando donde se halla cada parte de la casa. Pronto llegamos a mi dormitorio. Abro la puerta y me adentro, dejándole espacio para que el también pueda entrar. Sonrío y tomo como dirección la cama. Me siento en ella y ladeo un poco la cabeza.

—Tu habitación es la que está justo frente a la mía —le digo con una sonrisa y un gesto de la cabeza. Todavía no me había asegurado de que estuviese totalmente preparada. Aunque esa había sido la orden—. Si tienes cualquier duda, pregunta o lo que quieras, la puerta de mi habitación siempre estará abierta para ti.

Le digo que si quiere puede ir a ver cómo está su habitación, y que me diga si le falta algo. Miro por el balcón y veo la piscina de fuera. Sonrío nuevamente iluminando mi rostro y en mi mente comienza a llamarme la idea de tomar un baño. «—Cuando termine de ver su habitación le diré si quiere acompañarme —sonrío ante la idea.»

Off-rol:

Por un momento antes de ir a ver las habitaciones pude sentir la mirada de Hinako algo extraña, como si me estuviera mirando con mucha atención. Luego fuimos para ver la casa por completo y entramos a cuarto. Obviamente se veía como lo que seria el cuarto de una chica, era bastante ordenado y limpio, hasta olía a Hinako y mucho.

Al verla mirando por el balcón sentí la necesidad de estar a su lado para acompañarla, como tal perro fiel haría con su ama, por lo cual fui y la abrace por atras mientras miraba por encima de su cabeza, no tengo problemas con el cuarto, hasta si te sientes mejor podría dormir aquí también. Apoye levemente mi mentón sobre su cabeza, no habia necesidad de esforzarse de oler para saber que el cabello de Hinako era delicioso, mis sentidos agudizados me permitian poder experimentar esa sensacion de manera mas intensa, hueles rico.

Spoiler:

Mi rostro toma un tinte levemente rojo cuando siento los brazos de Tatsumi rodearme por la espalda. Sentirlo tan cerca de mí me pone nerviosa, pero a la vez me siento segura. Es un chico –un hermoso chico, cabe agregar– tal vez sea esa la razón de mi nerviosismo. Me dejo caer hacia atrás, dejando mi cuerpo lo más relajado que me es posible, descansando en su pecho.

Sus palabras hacen que en mis mejillas se intensifique el tono rojizo. ¿Dormir conmigo? «—No creo que fuese una buena idea —digo en mi mente. Mientras en mis mejillas se intensifique el tono rojizo.»

—¿Te molesta si te llamo Tatsumi-kun? —pregunto con voz débil. El aroma del muchacho me rodea y me gusta—. Me... me preguntaba... si querías bañarte conmigo... E...en la piscina, quiero decir.

La tarde ya ha caído, pero el sol todavía está en lo más alto. Sonrío con timidez mientras alzo la cabeza y la ladeo para poder mirarlo a los ojos. Un pensamiento fugaz ronda por mi mente.

—No me dejes, ¿Vale? —le suplico mientras coloco mis manos sobre las suyas, apretando con la poca fuerza que poseo. Vuelvo a dirigir mi mirada fuera de la ventana de casa y mis ojos aprecian unas nubes negras que se acercaban lentamente. Parecía que esa noche iba a llover—. Siempre que quiero mucho a alguien acaba dejándome... no dejes que Padre te separe de mí nunca, ¡Por favor!

Aquella situación gozaba de cierto romanticismo y sentimiento mientras ambos estábamos abrazados cerca de la ventana. Los ojos de ellas me miraban cada tanto y tenia miedo de perderme en ellos pues ella correspondía a muchos atributos de belleza que ninguna dueña mía tuvo antes y hasta cierto cariño propio que no podia explicar con alguna logica, pero asi eran los sentimientos a veces, inexplicables.

Por supuesto que quiero ir a la piscina contigo. Sus manos demostraban lo que su corazón sentía pero mas sus palabras, como todo perro podía sentir esos sentimientos mas haya del significado de sus palabras, Puedes llamarme como desees y puedes estar tranquila Hinako-sama, la lealtad de un lobo es inquebrantable. Siempre me tendrás cuando me necesites y ni siquiera tendrás que pedirlo porque lo sabre.

Podia sentir en las manos de Hinako un calor particular que adormecía mi mente y una sensación que no podía callar, ¿Puedo pedirte una caricia? Se siente bien cuando viene de la mano de un amo.

Sonrío con alegría mientras me separo un poco y me doy la vuelta. Me propongo quedar de rodillas en mitad de la cama, de frente a Tatsumi. Suspiro mientras alzo mis manos con la intención de tocar al muchacho. Mis ojos se posan en sus cabellos. Mis manos toman como destino la sedosa cabellera de Tatsumi. Deseo tener sus hebras entre mis dedos, pasar mis manos por su rostro con lentitud y acariciarlo. Suspiro nuevamente y alzo la mirada, algo tímida debido a que me da vergüenza estar tan cerca de él.

—No puedes pedirme una —mi voz apenas es un susurro. Sonrío en su dirección y, mientras mis manos buscan su piel, agrego—. Puedes pedirme todas las que quieras.

Al darme cuenta de mi vergonzosa situación, tratando de esconder mi nerviosismo me alejo y me levanto. Por culpa del kimono me tropiezo y casi caigo al suelo. Me repongo del susto y suspiro para intentar tranquilizarme.

—Yo... voy... voy a colocarme el bañador —susurro completamente colorada, dándole la espalda—. Ahora nos vemos, ¿Vale?

Hinako se había tomado todas las molestias de que su caricia no fuese algo como un revuelto de mi cabello, sino que había dedicación y cariño en sus manos cuando ella me tocaba de esa manera. Mientras me dejaba para ella, cerré los ojos y disfrute de esa hermosa sensación que emanaba de las manos de ella.

Por un momento deje de sentir sus manos y cuando abrí los ojos veo ese casi tropezón que casi logra que ella cayera al suelo, pero no fue así, aunque yo también me asuste y como reflejo estire mi mano, pero al ver que estaba bien suspire y sonreí por ella.

De acuerdo... Estaré allí. Le digo mientras veo que ella se va a ir a cambiar de ropas, por lo tanto yo salgo de la habitación y me voy hacia la piscina. Al llegar haya me quedo sentado cerca del borde mientras la espero, a todo esto yo no tenia ropa para lanzarme al agua por lo que estaba con la ropa con la que habia venido.

Me saque el calzado y arremange mis pantalones para hundir los pies en el agua y moverla ligeramente.

Al terminar de cambiarme me miro al espejo y sonrío. Llevaba puesto un pequeño bikini y el cabello suelto. Me coloco unas zapatillas y salgo en dirección a la piscina. Cuando llego a la puerta veo que Tatsumi-kun se encuentra de espaldas a mí, con los pies metidos en el agua. Sonrío con dulzura y me acerco.

Me siento a su lado y ladeo la cabeza, entonces me doy cuenta de que no trae un bañador. Y me doy cuenta: por supuesto que no, ¿Cómo iba a traer bañador?

—Deberíamos arreglar eso de que no puedas bañarte conmigo, ¿No crees? —pregunto mientras miro al cielo. Las nubes, que antes estaban más alejadas, cada vez son más cercanas—. Aunque hoy no creo que podamos bañarnos mucho tiempo. Se acercan nubes muy feas.

Me río mientras bajo la mirada para mirarlo a él. Sonrío y busco recostarme en su hombro. En el poco tiempo que le conozco he aprendido una cosa: Me gusta estar así, cerca de él. Aspiro su aroma mientras cierro los ojos y remuevo el agua con suavidad. Mi sonrisa, tímida, se hace un poco más pronunciada.

—Me gustan tus ojos, Tatsumi-kun —me animo a decirle. Mis mejillas toman un tono rojizo y bajo el rostro pegándolo más a él.

Era verdad lo que ella decía, había que arreglar eso de que no podía bañarse conmigo por el hecho de que no llevaba ropa conmigo para esta ocasión, pero rápidamente se me ocurrió una idea, aunque cuando ella se apoyo en mi hombro se me hacia difícil ejecutar mi plan.

Mire al cielo para notar las nubes negras moverse, Hinako tenia razón, no íbamos a poder estar mucho tiempo sino la lluvia nos caería encima, aunque eso me gustaba, la lluvia me gustaba mucho.

La observe al decirme que mis ojos le gustaba y sonrei, Vamos a tener que hacer algo para que pueda meterme en la piscina. La tome a ella por los hombros y la aleje un poco. Sabia que a ella no le iba a gustar que la alejara, pero no tenia otra opcion. Comence a sacarme primero la campera de cuero y luego la camisa quedando con el torso desnudo frente a ella, Vamos, metete tu primero..., el sonrei y aproveche que estabamos en el borde de la piscina para empujarla adentro como una travesura. Cuando ella logro sumergir del agua, yo me lance al segundo.

Me habia quedado con la ropa interior puesta para poder meterme en el agua,Me alegra que te gusten mis ojos, a mi me gusta mucho tu aroma. Me acerque nadando un poco hacia ella y me mantuve lo mas cerca posible, ¿Puedo estar cerca tuyo asi?

Elevo la cabeza al escuchar su voz nuevamente. Frunzo el ceño un poco al sentir como me separa, pero mi rostro comienza a tomar un tono rosado cuando se quita su ropa. Es entonces cuando, jugando, me lanza al agua. Estando sumergida muevo la cabeza para dejar que mi cabello se suelte. Nado un poco hacia arriba y saco la cabeza a la superficie. Veo como él se lanza al agua mientras yo me muevo lentamente hacia atrás.

Sonrío cuando escucho que le gusta mi aroma, a mí su fragancia también me gustaba era tan embriagadora. Un leve color rojizo se vuelve a instalar en mis mejillas. Veo como se acerca y se pega a mí. Me pregunta si se puede quedar así, tan cerca de mí. Mi mirada se va hacia los lados y luego vuelve a sus ojos, asiento con la cabeza antes de agregar:

—Por supuesto —contesto mientras paso mis brazos rodeando su espalda, en un abrazo de oso. Coloco mi cabeza en su pecho y sonrío levemente. Me gusta estar así.

Su abrazo me dejo algo impresionado, no por lo que sentia sino porque que no me parecia que fuese asi, me sentia mas un peluche que otra cosa. Asi no..., dije sonriendo mientras levantaba sus brazos y los ponia alrededor de mi cuello para que quedaramos cara a cara, Quiero que me mires a los ojos que te gustan.

Comencé a desplazarme hacia atrás por el agua hasta terminar contra la pared y la tome de la cintura acercándola a mi, ¿Asi esta mejor o...?, aproveche que en el agua ambos eramos ligeros y gire para ponerla a ella contra la pared de la piscina y mantener nuestros cuerpos mas unidos, ¿te gusta mas asi?, le sonrei y le di un beso en la frente, Eres muy divertida Hinako. Me gustaban sus reacciones a cuando yo actuaba con ella de esa manera tan provocativa, a decir verdad no solia ser asi pero ella me tentaba a jugar de esa manera.

Escucho sus palabras y siento sus manos en mis brazos y dejo que me guíe. Rompe el abrazo, todavía estando muy juntos, y coloca mis brazos en su cuello. Alzo la mirada para mirar sus rubíes. Siento como el agua ondea cuando él comienza a moverse hacia detrás, arrastrándome a mí con él. Me da igual lo que hay a mi alrededor, solo puedo ver sus ojos.

Noto como sus manos se ponen en mi cintura y sin romper el contacto visual aprieto un poco más mis brazos alrededor de su cuello. En ningún momento mis ojos han dejado de ver los suyos y sobre mis mejillas se ha mantenido un leve tono rosado.

—¿Así está mejor? —me pregunta. Ladeo un poco la cabeza, pero antes de que pueda preguntar nada él agrega—... ¿O...?

Tatsumi gira conmigo entre sus brazos, hace que mi cuerpo quede entre la pared de la piscina y su cuerpo. En este momento se encontraba todavía más pegado a mí que antes y eso me ponía algo más nerviosa. Me había preguntado si me gustaba estar así, con timidez asiento con la cabeza. Sin voz. Veo como se acerca a mí y me da un beso en la frente. Me dice que soy divertida y me sonrojo todavía más.

Notar ese sonrojo en su rostro y su timidez me hacia pasar un buen rato con ella y divertirme al verla reaccionar a mis insinuaciones. debo confesarte que me toco cuidar de una ama muy hermosa en esta ocasión. ¿Es necesario que tenga que dormir en otro cuarto?, me gustaría aunque sea estar en el mismo cuarto durmiendo en el suelo o sobre un acolchado.

Mis manos bajaron hasta su cintura y se juntaron debajo de su espalda uniéndose entrelazando mis dedos y apoye mis labios entre su cuello y sus hombros, en aquel espacio que podía llegar a ser delicado y algo excitante.

Me tome la libertad de dejar un beso en esa parte y quedarme en esa posición un rato mas esperando a escuchar lo que ella decia, pero si no se puede no hay ningun problema, solo es que me voy a sentir algo solo.

Aparto la mirada azorada, nunca me habían dicho esas palabras. Todos aquellos que se habían dedicado a cuidarme habían hecho su trabajo y ya está. La temperatura del agua está algo más alta que normalmente. Debe ser por el horrible día que hace hoy. Sonrío ante sus palabras y asiento con la cabeza. Cuando siento sus labios sobre mi cuello mis nervios se disparan y un sonrojo se vuelve a instalar en mis mejillas.

—Podrías dormir conmigo... —susurro pensativa. Cierro los ojos feliz—... Yo... no creo... que haya... problemas...

Noto sobre mi frente una gota de fría lluvia. Y abro mis ojos. Aprieto un poco más el abrazo de forma inconsciente, pegando mi cuerpo más al suyo.

Sonrei al escuchar las palabras de Hinako y su fuerte abrazo que unia mas mi cuerpo con el suyo, De seguro le estoy ocasionando muchas molestias a mi ama, tengo que compensarcelo de alguna forma. Comence a besarle su cuello mientras mis manos bajaban hasta su cintura y la juntaba con la mia.

Tiene un hermoso cuerpo señorita Hinakp, un cuerpo que necesita mucha atencion. Me acerque a sus labios para besarla profundamente, jugando con su labio inferior y luego mordienselo tiernamente. No deje de besarla y meti mi lengua dentro de su boca para acariciar la suya con ternura.

Mis manos se pusieron algo juguetonas y comenzaron a recorrer el cuerpo de Hinako por debajo del agua, haciendo suaves y lentas mis caricias.

Niego con la cabeza, indicándole que no estaba ocasionando molestias. Siento un cosquilleo en el cuello cuando Tatsumi comienza a besarlo. A la par noto como sus manos se aferran a mi cintura y me pegan todavía más a él. Alaga mi cuerpo y eso hace que en mis mejillas se intensifique el color rojizo.

Sus labios se posan sobre los míos, dulces y de un sabor exquisito. Intento seguir el beso de una forma inexperta. Todavía sonrojada, siento las caricias de Tatsumi por mi cuerpo. Estoy experimentando sensaciones que nunca antes había sentido. Sensaciones que me agradan, que me hacen sentir bien. Cierro los ojos sin soltarme de él y sonrío levemente.

Vuelvo a respirar, no sé en qué momento he comenzado a contener la respiración, y me obligo a mantener un ritmo. Alzo la mirada, buscando encontrar los ojos de Tatsumi. Todo lo que puedo hacer es mandarle una tímida sonrisa.

Era algo hermoso y placentero observar el sonrojo de Hinako en su rostro y a pesar de que ella no decía mucho podía asegurarme que le gustaba lo que estaba haciendo en ese mismo momento y lo que haría después también.

La levante un poco por encima de mi cintura para quedar mi rostro adelante de sus pechos, pero había algo que interfería y era su traje de baño. Me di el lujo de acercar mi boca hacia esa tela que la tapaba y con mis dientes deslizar hacia abajo con un poco de trabajo dejando a descubierto su piel donde yo lo deseaba. Una de mis manos que recorria su cuerpo bajo hacia su entrepierna que tambien se encontraba cubierta por una tela, pero eso era mas facil, solo me bastaba con un par de movimientos de mis dedos para hacerme lugar en su sexo y acariciarlo con ternura y cariño tratando de hacer que se excite mientras lamia sus pezones como si la estuviera mimando y consintiendo constantemente

Suspiro al sentir como me eleva. Coloco mis manos en sus hombros con delicadeza y miro hacia abajo para ver lo que Tatsumi está planeando hacer. Siento el frío de las delicadas gotas de agua que caen del cielo. Alzo la cabeza y dejo que me mojen el rostro. Es en ese momento cuando siento el aliento de él sobre mis senos.

Bajo la mirada rápidamente, todavía más sonrojada que anteriormente. Mi rostro es todo un poema cuando él aparta la tela del bañador. Aprieto sus hombros con mis manos cuando siento como una de sus manos se adentra entre mis piernas, acariciando esa zona. Lanzo un gemido cuando siento su lengua también sobre mis pezones. Lanzo la cabeza hacia atrás, nunca antes había sentido esto. Mis manos aprietan un poco más sus hombros y mis ojos buscan los suyos.

—No sé... —las palabras se quedan en mi garganta. Casi no puedo hablar, ni siquiera pensar. Los gemidos salen de mis labios aunque me los muerda. Me da vergüenza—... qué hacer...

Sentir las manos de Hinako apretar mis hombros hacia darme cuenta de que ella estaba reaccionando a mis caricias, de que le gustaba lo que estaba haciendo y eso me excitaba a mi, hacia que mi entrepierna comenzara a crecer y a calentarse a causa de los gemidos que ella emitía también.

La seguí acariciando hasta que decidí meter mis dedos dentro de ella y levante mi mirada para ver su reacción, No te preocupes, no hagas nada. Yo me encargo. me mordí el labio y seguí observándola, me gustaba verla sentir placer y quería darle mas para que se sonrojara.

Despues de unos minutos la fui bajando levemente mientras mis manos recorrían toda su espalda hasta que volviamos a estar cara a cara, tome sus piernas y las puse a los costados de mi cuerpo asi ella podia sentir como mi entrepierna habia crecido y se habia puesto dura, ¿La puedes sentir?, esta asi por vos. digo mientras beso su cuello y lentamente mi cadera comienza a moverse de adelante hacia atras frotandome con la entrepierna de ella.