Sacandole de la tienda

Salió ya en la tarde de su apartamento, el reloj en su muñeca marcaban mas o menos las 6:30 pm, casi hora de la cena para algunas familias, el acostumbraba cenar a deshoras pues lo hacia al sentir hambre.

Al avanzar por las calles podía ver a muchas personas distintas, acompañadas de sus pets, de sus acompañantes, parecían felices, esperaba el también poder serlo pronto. Sus pasos fueron apresurándose mas y mas cada tanto, se habia arrepentido de no haber salido con la limusina, mas mando un mensaje por el movil a uno de sus subordinados para que fueran por el a la tienda.

Al traspasar la puerta de aquel negocio no se fijo si había o no un vendedor allí, simplemente fue al mostrador y tomo un gran numero de fichas, buscando entre ellas a la indicada, encontrándose sorpresivamente con una pequeña maid, tomando la ficha entre sus manos y halando una hoja de compra.

Código:

Nombre del comprador: Sir Crocodile
    Nombre del pet adquirido: Oribe Mafuyu
    Ficha: http://lemon-land.foroactivo.mx/t25-mafuyu-id-s#38
    Domicilio: -----------------
    Tipo de pago (cheque o efectivo): Cheque
    Firma del comprador: ◄S.C.►

La quiero a ella - dijo con voz seria al vendedor sin importarle si estaba o no de acuerdo con que el tomara las plantillas asi sin mas.

El estruendo de la tienda siendo abierta la puso alerta, un joven de aspecto rudo y cortante entro hecho casi una bala, sin saludar, sin cortesia, simplemente salvaje. La pelinegra solo lo miro por el rabillo de su libró, interrumpir de manera tan brusca una lectura la ponía un poco de malas, pero era su trabajo fuera quien fuera el cliente habría que atenderlo de manera correcta. Al mirar que tomo sin mas el catalogo y las fichas de compra se dio cuenta de su prisa << Francamente... llevar a prisas la vida te puede dar problemas >> penso para si mientras colocaba un separador al libro dejando a un lado. Sus orbes azules fueron entrecerrados por la rapidez al escribir del joven.

> Bienvenido a Lemon Land Shop, la unica tienda autorizada en venta de esclavos para salvaguardar el equilibrio de Heaven City... me llamo Crystal Castel y por lo que veo tú eres el señor tengo prisa de llevarme a una esclava pero ya... < dijo lo ultimo con una sonrisa socarrona, había cambiado el mecánico saludo por algo más acorde a la situación. Tomo la ficha de compra y reviso minuciosamente, cada detalle para la compra era importante, un pequeño mohín se hizo en sus labios pues le faltaba rellenar un apartado importante. > Uhmm tendrá que darme un domicilio señor... no puedo vendersela mientras usted no me de ese dato, ya sabe, políticas gubernamentales > sonrío amable devolviendo la ficha, esperando que entendiera su postura. > En lo que anota su domicilio, permita que de aviso a la señorita Oribe > diciendo lo ultimo se adentro a la zona de confort de los esclavos.

Nota: Dado que te falta eso, dejame decirte que el domicilio es ficticio.

Regreso a paso lento hasta el comprador, quien ya estiraba de vuelta la ficha de compra. Estando todo en regla no le quedaba más que darle unas ultimas instrucciones. > Todo esta en ordén y la señorita Oribe ya fue avisada, le recuerdo que cualquier duda sobre su compra... < su voz se le cerro un poco > ó devolución... lo cual no queremos que pase < dijo con una sonrisa amable > puede venir a aclararla conmigo, espero no se moleste con las visitas de los agentes gubernamentales para verificar el estado del esclavo en cuestión, pasen una bonita vida y recuerden... este tipo de transacciones solo se pueden hacer dos veces, y es para salvaguardar el equilibrio de lo correcto... < casi de forma mecánica dijo las ultimas palabras, y con un aire de desconsuelo.

Dejo que la esclava pasara a estar al lado de su amo, no sin antes darle un pequeño abrazo de despedida. Ya no quedaba más que decir, pues las palabras sobraban a dichas alturas del partido, tomo la ficha colocando los sellos correspondientes y se retiro a guardarla.


Nota: A partir de aquí el rol es completamente suyo, ustedes deciden terminarlo ó proseguir.

¿Qué era eso? Ah,nada, por supuesto, otro día mirando fijamente la puerta desde su aposento, parpadeo lento, suspiros pesados, casi eternos dado que las horas no pasaban con la mayor rapidez anhelada por la joven maid.
Su mirada tornaba melancólica y desganada ya que ,pese a tener un sin fin de comodidades, no tenía la capacidad de salir de la tienda en compañía de un amo aparente,en cierta medida era bueno, pinceladas de los traumas pasados quedaban en memoria de la pelirroja, pero eran simples pinceladas, nada que la tuviese entre lamentos en una esquina desolada.
La quietud fue interrumpida cuando la vendedora de la tienda se aproximaba a Mafuyu, posiblemente era un error pero dadas la circunstancias no era así, habían vendido por ella, los ojos púrpura de la joven se iluminaron, un sonrojo se apoderó de sus mejillas y solo adoptó postura erguida, con leve pero tierna sonrisa, estaba claramente emocionada, pero no perdería su habitual compostura.
Pasados una pequeña cantidad de minutos finalmente se le dio el paso a salir, a encontrarse con su nuevo dueño. Caminaba por el pasillo con las manos posadas frente al regazo, sus palpitos no dejaban de ser acelerados pero eso le daba alegría,más de la que se puede pensar.

El trayecto no fue de lo más extenso, se detuvo frente a la vendedora y recibió el abrazo con gratitud, realizando el mismo gesto con dulzura hacia ella para luego soltarla paulatinamente, pasando saliva y volteando hacia el sujeto, observándolo y analizándolo un instante, colocándose frente a él y tomando los costados de su vestido, inclinándose en una leve reverencia hacia él para regresar a adoptar luego la habitual postura.

-Espero ser una buena maid para usted, amo-

Musitaba suavemente mientras dedicaba una leve, pero cordial sonrisa hacia él.

Jalando suavemente su manga izquierda observando el fino reloj de pulsera que llevaba puesto, las ocho en punto, una agradable hora, el sol había corrido a esconderse algunas horas atrás, el aire frio recorría las calles acariciando las mejillas de las personas y de las criaturas que gustaban del amparo de las sombras tal como él.

Sentándose en uno de los sofás su mirada se clavó en la calle, viendo a la gente caminar sin preocupación alguna, acompañados de esas mascotas, de los pets que habían sido tomados como meros juguetes, aunque claro había excepciones, como en todo. Algunas mascotas no gustaban de este hecho y se rebelaban siendo ellas quienes manejaran el destino de quienes les habían hecho el favor de sacarlos de sitios así…por el bien de esa chica más valía que supiera ser agradecida.

Después de un rato finalmente escucho pasos aproximándose a donde él estaba, dando media vuelta espero con paciencia a ver a la chicapeli naranja ponerse delante de él. Observándole fijamente, escuchaba todo lo que la vendedora decia, tener que recibir a sus agentes le molestaria, al parecer deberia dar un par de "regalos" para evitarse ese tipo de acciones.

Mi nombre es Crocodile, Sir Crocodile – al menos era educada, eso ya era punto a su favor. - ¿Tienes todo lo necesario, o debemos ir a comprar tus prendas y demas cosas? – era una pregunta sencilla, si decía que si podrían ir a cenar o directamente a casa, si decía que no, pues tan solo un desvío a las compras.

OFF: aqui https://lemon-land.foroactivo.mx/t63-una-tarde-en-las-tiendas-priv-oribe#188