Kuma's Hideout

Un escondite subterráneo antiguo de guerra que encontró y en el cual vive ahora.

Exterior:

Interior:

Sala de Estar:

Habitación Principal:

Baño:

Un acto inesperado de la chica fue el echarse a correr intentando escapar de su nuevo amo, el cual no se vio sorprendido como si ya estuviese esperando ese tipo de reacción, pero tampoco se explicaba el porque lo había hecho. La observo salir de la tienda y como si nada se dio a la tarea de seguirla con pasos calmados y tranquilos sin ningún tipo de prisa, pues tenia bastante confianza en sus habilidades como para echarse a correr tras ella. Finalmente demostró ser tan hábil como aparentaba, cortando en una esquina se oculto detrás de otra que era la mas posible que utilizaría su presa y la espero con gran paciencia. Cuando la tuvo lo suficientemente cerca, salio a su encuentro tomándola pronto por el cuello y en dos maniobras le coloco esposas, una en su mano derecha y otra en la izquierda del captor de forma que no podría volver a escapar. - No creo que esto sea lo que llaman "una buena primera impresión" y menos hacia tu dueño - le dijo frió y cortante sin que en su rostro se mostrara enojo alguno, pero tampoco alguna otra emoción.

Una vez con su esclava en posesión, Katsuro se dio a la tarea de volver a su escondite sin dirigir palabra alguna a Alice. En lugar de eso, la volteaba a ver de reojo de vez en cuando y en veces se expresaba una sonrisa maliciosa bastante notoria en su rostro, pero aun se mantenía neutro la mayoría del tiempo. No paso mucho tiempo cuando llegaron a un pequeño cuarto abandonado que era parte de un gran edificio y donde el cuarto era bastante pequeño y de una sola puerta y ventana, donde incluso había pasto dentro de este por lo abandonado que era, ya que el piso de madera había cedido a plantas que crecieron debajo de este. Sin decir palabra, simplemente hizo que la pelirroja pasara y después cerro la puerta detrás de ellos.

- Entonces, ¿quien quería escapar? - su mirada expresaba enojo, bastante claro, asi como también lo hacían sus palabras y su tono. La tomo con fuerza de su cara cubriendo sus ojos con su mano, con la mano a la cual se encontraban atados, impidiendo que pudiera ver. La forzó a entrar en un agujero oculto en el suelo, el cual volvió a ocultar apenas ambos estuvieron dentro de este y la guió a través de las escaleras hasta que llegaron al piso de la cueva, entonces la soltó. - Pague bastante dinero por ti, ¿sabes? - metió su mano libre en su bolsillo y saco su cuchilla empezando a jugar con esta en su mano. - ¿Como pues creías que podías escaparte asi como asi? ¿Que tienes que decir y/u ofrecer en tu contra? - la empujo con su cuerpo hasta que quedo sentada en el sofá y el esperaba respuesta alguna a sus preguntas sin dejar de jugar con la cuchilla.

A pesar de no estar acostumbrada a correr o a cualquier entrenamiento físico, no me sentía para nada cansada, supongo que eso era algo normal.. soy de una raza que es familiar de los conejos y liebres, el huir de los depredadores esta en mi ADN así como lo esta en mis instintos también, no obstante mi corazón dejaba de notarse tan agitado; sentía como la adrenalina que hace poco había sentido solo me obligaba a seguir corriendo sin tener en cuenta que camino tomar o a que destino llegaré una vez que me cansé o llegué a concluir que me había perdido de la vista de aquel señor militar. Cuando me di cuenta, solo había un camino por el cual debía cruzar así que sin duda en mi mente pase por dicho estrecho lugar hasta que de pronto, a una velocidad que me fue imposible captar el movimiento a simple vista, sentí como una mano me tomaba por el cuello llevándome hacia una pared cercana-Agh!-sentí como si dicho movimiento me estrangulara un poco por breves momentos pero pronto relajó su mano, cuando pude ver bien quien era el que me había embestido vi que no se trataba de nadie mas que el mismo militar que me había ''comprado'' hace poco-..No..-cerré los ojos, no podía creer que me había interceptado.

Sentí como si algo frío metálico rodeara mi muñeca de la mano derecha, cuando me volteé a ver observe una cadena que me unía a su muñeca izquierda, eran un par de esposas, sus palabras solo me causaron mas miedo del que por sí sentía-..Perdón..-murmuré a tal volumen que parecía casi inaudible. El no me contestó, solo se limitó a jalarme hacia el obligándome a que lo siguiera, volví mi mirada nuevamente hacia las esposas que me tenían sujeto hacia el, moví un par de veces mi muñeca pero estas enserio estaban solidas, no me iban a soltar aunque forcejeara lo mas que pudiera-..No vale la pena el esfuerzo..-pensé, así que desistí en cualquier idea de escape que tuviera en mente.

Todo el tiempo que estuve siguiéndolo me encontraba con la mirada hacia abajo, mirando hacia el suelo pero sin despegarme mucho de lo que había frente a mi, solo intentaba hacerme a la idea de que esto que estaba viviendo no era algo mas que una pesadilla, un sueño del cual esperaba despertar en cualquier momento, a veces lograba a sentir como si alguien me mirara pero me negaba a subir mi mirada, tenía miedo incluso de eso.

Cuando llegamos a un conjunto de casas, vi como Katsuro se detenía justo frente a una en especial y, usando una llave, abrió la puerta de esta. A decir verdad me imaginaba una sala elegante, pues si el tenía tanto dinero no me imaginaba algo menos que una casa que demostrará su situación económica.. pero..-¿Eh?-la casa era solo una pequeña y blanca habitación, no había luz, agua ni camas, era como una pequeña jungla dentro de un cuarto-..¿Como le hace para vivir así?-pensé. Mi pensamiento fue bruscamente interrumpido al escuchar su voz y el tono que usaba para hacer una pregunta retorica, lo miré a los ojos y me asusté al ver ira en su mirada-E..Eh! Lo siento!-volví a disculparme, era lo único que se me pasó por mi mente, estaba completamente aterrada sintiendo como cubría mis ojos-..Uh?-no me dijo nada, solo me ayudó a que avanzara, no sabía hacia donde íbamos, pero creo que estábamos bajando algún tipo de escaleras-..Pero que extraño.. yo no vi ninguna escalera..-pensé, cuando abrí los ojos me encontraba en un cuarto completamente distinto al que había visto antes. Definitivamente, era una casa de ricos, pero tampoco en exageración.. sin embargo no muchos pueden darse el lujo de tener habitaciones escondidas-¿Será una casa ninja?-pensé, aunque más bien sería una casa militar.

Pronto, después de soltarme, me recordó la cantidad de dinero que había pagado por mi, en ese instando sacó lo que parecía ser un arma blanca, muy filosa a simple vista, era una cuchilla; tragué saliva al tiempo que en mi mente pasaban varias imágenes de lo que se me ocurría que posiblemente el enfadado militar podría hacer conmigo usando solo ese instrumento. Sentí de nuevo como el corazón me latía deprisa y mis piernas temblaban, el me comenzó a empujar con su cuerpo hacia el sofá, algo que ciertamente necesitaba pues no sabía si podría seguir manteniendome de pie, todo eso al mismo tiempo que me pedía una buena excusa de por qué huí-...Perdóname..-dije por tercera vez, sentía como mis lagrimas de terror se desbordaban por mis ojos-..Yo.. yo.. tengo miedo..-bajé la mirada y cerré mis ojos con desesperación intentando guardar las lagrimas en mis pestañas pero me era imposible retenerlas todas, algunas seguían resbalando por mis mejillas-..¡Todo pasó muy rápido, hace tan solo unos minutos estaba pensando en comer pizza y ahora estoy..!-al mencionar lo ultimo sentí como mi estomago gruñía, tenía hambre y era algo que no podía ocultar.

Sin duda alguna la chica estaba totalmente aterrada, pues se demostraba en sus palabras y en las lagrimas que caían por sus mejillas ademas de que no se percato del "en su contra" que le había sido mencionado, pero esto solo incitaba a mas enojo en su dueño. El amo coloco su mano en su boca para que no siguiera hablando, pues no estaba del todo seguro que quisiera escuchar lo que seguiría. Soltó su boca y se acerco lentamente a ella para susurrarle al oído - ¿Sabes? Te ves demasiado linda asustada - sonrió con malicia. Con la cuchilla que tenia en mano limpio las lagrimas que resbalaban por la mejilla contraria de la chica sin hacerle daño alguno, mientras que se ocupaba de limpiar la otra mejilla saboreando las saladas gotas con su lengua - También tienes un sabor bastante bueno - le dio un pequeño beso en la mejilla saboreando la ultima lagrima.

El militar se aparto un poco de ella y usando la daga rompió la cadena que los unía, puesto que no tenia la llave y de hecho no tiene llaves de cualquier esposas que pueda tener. - Creo tener algo de pizza - le dijo mucho mas calmado a como estaba hace unos segundos y volvió a guardar la cuchilla. Se levanto y se dirigió a un pequeño mueble que se encontraba en la misma habitación donde guardaba la comida y abriendo el aparato de microondas encontró una caja de pizza. La saco y al abrirla noto como quedaba solo un par de pedazos aun calientes asi que entrego la caja a su hambrienta esclava - Es Peperoni, come - dejo la caja en sus manos con los pedazos dentro y también le dio un vaso que aun contenía algo de soda dentro.

Una vez habiendo atendido su mascota, se retiro un poco del lugar llegando a donde se encontraban varios baúles y cajas, asi como un perchero al lado de estas. Se quito el arma de su espalda y la guardo junto a otras dentro de uno de aquellos contenedores, luego se quito la chaqueta y la colgó en el perchero, no sin antes tomar las granadas, cuchillas, pistolas y cartuchos que estaban ocultos dentro de esta en grandes cantidades, y guardarlos en sus respectivos lugares. - Aun debes pagar por haber intentado escapar, cuando termines de comer. - Le miro de reojo mientras terminaba de guardar sus cosas. Ahora solo le quedaba esperar que Alice terminara de comer y asi lo hizo.

Sentí como colocaba su fría mano nuevamente sobre mi rostro, esta vez cubriendo mi boca en lugar de mis ojos como si me estuviese gritando que me callara por lo que desistí de hablar. Pocos segundos después volvió a soltarme para acercarse mas a mi, tenía ganas de agredirlo y aprovechar su distracción para volver a huir pero no sabía si esta casa tuviera trampas ocultas o algo parecido, si.. como una casa ninja, ademas de que no estoy del todo segura si enserio mi agresión lograra aturdirlo.. a decir verdad parecía ser una personas bastante dura, resistente y concentrada como para abrumarse con pequeñeces de una chica débil y torpe como yo. El se acercó a mi oído y me susurró algo que hizo que mi piel se erizara ''piel de gallina'' como muchos suelen llamarle, volvieron a brotar mas lagrimas de mis ojos pero el uso su mano sin soltar su arma para limpiar mi mejilla derecha mientras el se dedicaba a lamer las lagrimas que mi ojo izquierdo soltaba-N..no..-decía en mi interior aterrada y abrumada por dicho acto, además de que tenía miedo que me lastimara con su navaja, desgraciadamente ahora mismo me sentía mas inútil que como suelo sentirme otras veces.

Después de darme un corto beso en mi mejilla se apartó de mi y con un rápido movimiento cortó la cadena que nos unía-AH!-grité por reflejo de tan solo pensar que ese rápido golpe hubiera podiedome hacer algún daño. Yo ya estaba completamente ida en mis pensamientos puesto que el miedo me estaba consumiendo poco a poco más de lo normal, de alguna forma me sentía como si hubiese sido secuestrada por maníaco psicópata. Mi estado estaba tan grave que incluso no logré escuchar lo que el militar me había dicho, mi cabeza daba vueltas y tenía los ojos entrecerrados mirando a la lampara que había en el techo alumbrando el lugar-..No voy a salir de aquí nunca..-pensaba una y otra vez, había perdido toda esperanza. En eso, sentí como un aroma inundaba toda la habitación, era el aroma de una pizza, esto me recordaba a cuando hace unos momentos me encontraba en el comedor de la ''Tienda'' formada para recibir mi pedazo de pizza. Con esto, recordé de nuevo el hambre que sentía por lo que mi estomago volvió a gruñir nuevamente-..Que hambre..-murmuré, recargando mi cabeza en el respaldo del sofá. Para cuando me di cuenta, una caja de pizza se me estaba siendo entregada a manos del militar, me estaba ofreciendo también un refresco para que pudiese hidratarme mientras comía-..¿Le habrá puesto algo a la comida?..-pensé, al momento en que habría la caja y veía un par de pedazos de pizza sintiendo como se me hacía agua a la boca-...No puedo pensar en eso ahorita, debo comer..-tomé uno de dichos pedazos y empecé a comérmelo a mordidas mientras aquel señor se alejaba de mi para hacer algo que no pude prestar atención, solo me dedicaba en estos momentos a saborear tan suculento alimento que estaba esperando desde hace unas horas.

Al pasar unos minutos, cuando me había terminado el primer pedazo y le había dado un corto trago al refresco, estaba a punto de seguir con el segundo pedazo pero las palabras de Katsuro hicieron que nuevamente el miedo me invadiera cortando brutalmente mis ganas y ánimos para comer, por lo que solo cerré mis ojos intentando volverme a hacer a la idea de que esta era una pesadilla y cerré la caja, poniéndola sobre la mesa a un lado el sofá. Volteé a ver hacia donde se encontraba el militar despojándose de su chaqueta y armas por lo que supuse que eso sería una excelente distracción-..¡Debo aprovechar!-un pequeño rayo de esperanza iluminó mi rostro y, en silencio, me levanté de mi asiento pero al dar al primer paso tropecé con la alfombra de debajo y me caí-AH!-..a veces odio ser tan torpe..

Mientras se seguía aun despojando de sus cosas, escucho un ruido como si de algo se hubiese caído, a lo cual no tardo mucho en saber que se trataba de su esclava quien ahora yacía sobre la alfombra por haberse tropezado con esta en un intento de escape fallido. Sin mucha reacción dejo lo que estaba haciendo y se acerco a donde se encontraba la chica tirada tomándola de sus brazos para ayudarla a que se levante y después sentarla en el sofá. Reviso que no se hubiese hecho algún daño grave y tras haberse asegurado de esto volvió a erguirse firme y la miro serio pero tranquilamente - ¿Acaso quieres que tu castigo aumente? - esta vez al reprenderle, no le maltrataba como lo hizo anteriormente, sino que era un tanto mas respetuoso, puede que mucho mas.

Dado a que no se podía dar el lujo de descuidarla un poco dado a que seguramente intentaría escapar, tomo otro par de esposas de las cuales tenia bastantes y volvió a encadenarla a su mano. - Tendrá que ser de esta forma, hasta que abandones esa idea de querer escapar, es tu decisión si quieres vivir bien conmigo o tendré que estar haciendo esto todo el tiempo - tomando la caja de pizza la abrió y encontró dentro de esta aun un pedazo que no había terminado, asi que lo tomo y le dio a comer personalmente en la boca - No te iras hasta que termines todo, no quiero que después enfermes o algo - y asi hizo que sucediera, mientras que con la mano encadenada le daba de comer y de beber, usaba la otra para acariciar sus rojizos cabellos. Aun y cuando fuera un tanto rebelde y tuviera la idea de escapar, creía que su inversión al haberla comprado estaba valiendo cada cifra del precio.

Aun llevaba consigo algunas armas por lo que saco aun un par de cuchillos que portaba en sus pantalones y los arrojo hacia donde se encontraba el resto quedando clavados en la pared. Había luz de día en el exterior todavía, pero Katsuro ya no tenia intención alguna de volver a salir por ese día, en lugar de eso prefería pasar tiempo con su nueva esclava, mas que nada para que se acostumbrara a vivir en ese lugar, o al menos esos eran sus pensamientos e intenciones en ese momento.

Seguía sin poder creer que me había tropezado, sentía que este era el único y ultimo intento que podría tener para escapar de las manos de ese militar, y al final.. solo logré tropezarme.. ¿¡Como pudo ser!? Cuando intenté levantarme, alguien ya me había tomado de mis brazos y ayudandome a levantar, no reaccioné mucho, solo uno de esos mini-infartos que uno tiene cuando se asusta por qué le sale algo de repente y, comparando eso con lo que usualmente suelo sufrir en mis muy usuales sustos, es algo poco. Me dejé llevar al sofá sin siquiera forcejear ni nada, no quería enfurecer a Kuma pues sabía que si lo hacía podía irme peor, fue ahí cuando el me preguntó si quería que mi castigo fuera peor, yo solo negué con la cabeza aun a sabiendas que posiblemente ni me haría caso.

El se sentó a mi lado y me volvió a poner unas nuevas esposas amarrándome a su muñeca, me sentí fatal al volver a sentir esa fría sensación metálica en mi muñeca, me daba por echo que esta vez sería dficil, quizá imposible, que al menos por ahora me libere de su aprisionamiento. Bajé la mirada intentando no llorar, el tomó el pedazo de pizza que había dejado, había perdido completamente el apetito, pero debido a sus palabras me vi obligada a seguir comiendo, siendo tratada igual a una niña pequeña que necesita que su familiar le este dando de comer en la boca porque no quiere comer por si sola; quería desistir por dos simples razones: la primera es que no tenía hambre, y la segunda es porque sentía un pequeño impulso interior que me obligaba casi a llevar la contraria de Kuma pero, a pesar de ambas cosas, aun así comí lo que quedaba del pedazo de pizza puesto que no quería enfurecer a mi nuevo ''amo'', temía sufrir algo si lo hacía.

Terminé de comer al mismo tiempo que escuchaba como una de las cuchillas del militar se trababa en la pared de a un lado lo cual hizo que mi piel se erizara y diera un salto hacia Kuma, prácticamente abrazándolo, pero no dude en separarme rápido.. era como si estuviese abrazando a un oso peligroso. Tragué saliva intentando pensar algo, pensé y pensé aprovechando de este amargo silencio que se había provocado, no se me ocurría absolutamente nada de como escapar así que desistí de esta idea cuando sentí algo en mi interior que solo me indicaba una cosa..-..A-Amo.. de..debo ir al baño..-dije intentando hacer mi voz lo mas audible posible para mi, no era para nada un grito, pero casi y se podía escuchar claramente. Levanté un poco mi mirada hacia la suya pero sin mirarlo fijamente a los ojos, simplemente.. no tenía el valor para hacer eso.

El corto abrazo que su esclava le había dado, aun que hubiese sido demasiado corto le resulto bastante agradable al militar, aun y cuando no fuere una muestra de afecto sino una mera reacción. Al escuchar las palabras de la pelirroja, se puso de pie y la tomo por su espalda y sus piernas cargándola en brazos - Esta bien, pero te llevare yo, no sea que te vuelvas a caer - sonrió un poco por sus palabras. Sentía algo extraño en su interior, como si en cualquier momento la fuera a romper y por eso la trataba con cuidado.

Tras recorrer un poco de la cueva llegaron finalmente a un baño bastante lujoso, sobre todo por la bañera tan refinada que poseía. Dejo a su esclava en el suelo y se dio media vuelta llevando sus manos a los bolsillos de sus pantalones. - No volteare hasta que avises - advirtió y centro su vista en un punto fijo en la pared. Tenia entrenamiento militar para poder controlar las emociones y sentimientos que pudieran estar recorriendo su mente y su cuerpo, lo cual estaba siendo puesto a prueba en este momento, pero en realidad no le estaba costando mucho puesto que tenia su pensamiento en otras cosas y una de esas cosas le molestaba un poco asi que no dudo en aclarar - Alice, ¿crees que soy mal amo? - era bastante obvio cual iba a ser la respuesta de su esclava, pero igual quería escucharlo de parte de ella ya que sabia como le había tratado estando desquiciado.

Ahora pues, sabia como era cuando salia de su control, pero a pesar de saber esto había comprado una esclava, ¿acaso había sido egoísta? obviamente que lo había sido. Aun y con esto se encontraba bastante tranquilo, pues había entendido y pasado muchas cosas durante todos sus años de guerra.

A decir verdad, esperaba que me soltase o algo parecido pero en lugar de eso me tomó por la espalda y me cargó, de esa forma en las que, en los cuentos, suelen cargar los príncipes a las princesas.. algo que en mi infancia soñaba muchas veces, el día en que mi príncipe llegara y me salvara de aquella horrorosa torre para que ambos pudiésemos vivir felices para siempre.. pero.. jamás pensé que fuese alguien como el quien tuviese que cargar conmigo. No pude evitar sonrojarme un poco al escuchar sus palabras junto con su sonrisa, muy simpática puesto que en todo este tiempo ni siquiera se había esforzado por sonreír de esa manera, por alguna razón sentía como si en estos momentos estuviese con otra persona completamente diferente a la de hace unos minutos.

Me deje llevar en sus brazos atravesando lo que parecía ser una especie de cueva o camino oscuro con algunas luces pegadas a la pared, llegando poco después a el baño, una habitación bastante bien arreglada, ciertamente cada vez llegaba a pensar más que esta casa era una de ricos. Me había quedado ligeramente impresionada por la belleza del lugar hasta que recordé a que venía, que fue cuando Kuma me dejó tocar el suelo. Al escuchar su advertencia reaccioné mal-..¿¡Se quedará aquí mientras orino!?-Creo que era algo obvio.. el no me tendría la confianza de soltarme siquiera estos momentos, acabo de intentar escapar dos veces, ah..

Me acerqué al retrete y me senté en el después de haberme bajado los pantalones y calzones, no sin antes comprobar que Kuma no estaba mirando, después de eso esperé un rato pero por mas que esperaba e intentaba hacer mis necesidades por alguna razón no podía, no con la presencia de Kuma, y no era exactamente porque no le tuviera confianza pues ni siquiera estaba mirando hacia acá pero no lograba concentrarme, fue ahí cuando escuché la pregunta que Kuma me hacía, algo a lo cual yo solo me atreví a bajar la mirada y contestar con voz leve-..Eres el primer ''amo'' que tengo.. tampoco en los años que tengo de vida he recibido algún pequeño trato de cariño o respeto.. así que.. no sé como se siente tener un amo ni puedo calificarte como bueno o malo.. lo siento..-simplemente, me negaba a contestar algo que no sabía. Poco después intenté pensar en otras cosas, lo que sea, algo que disipara mi mente y me hiciera pensar que estaba sola en el baño por lo que, poco después de lograrlo, finalmente pude orinar sin vergüenza ni nada. Cuando lo hice me limpié, le bajé al baño y me lavé las manos, después de esto me acerqué a Kuma y sin mirarlo a los ojos, puesto que seguía sin atreverme a hacerlo, le dije-..Ya puedes voltear

Escucho la respuesta sin inmutarse, pero lo cierta era que no era la respuesta que esperaba. El esperaba una respuesta que dijera que era de lo peor, el amo mas terrible que jamas hubiera existido o algo parecido, en lugar de eso obtuvo un "no lo se" que fue mas que suficiente para levantar sus ánimos, pero ademas de esto obtuvo información que le seria útil. Tras escuchar la señal de poder voltear, se dio media vuelta volviendo a verla después de haber respetado el no verle mientras hacia sus necesidades. - Bien señorita, seguro recuerda que debes pagar por haber intentado escapar, pero también servirá para enseñarte a comportarte al tener un amo, que seré siempre yo - la ultima frase dejaba bastante en claro sus intenciones de que nunca le soltaría - Vamos pues - volvió a tomarla de la misma forma en que la había traído y volvieron de nuevo a la sala de estar.

Una vez en la sala, la dejo en el suelo y levantando su dedo indice le dio una simple y sencilla instrucción - Todo lo que debes hacer, es obedecer a tu amo en todo lo que diga - dicho esto, se acerco a un estéreo y coloco en este un viejo cartucho de música los cuales ya no se fabricaban mas y en poco tiempo se dejo escuchar una melodía bastante tranquila con motivo de danza. - Hacia tiempo que este militar no danzaba - dijo refiriéndose a si mismo tras ajustar el volumen y después se volvió hacia Alice - Ahora pues quisiera danzar y tu amo te ordena danzar con el, solo sigue mis pasos - hizo una breve reverencia según como recordaba y tomo sus manos comenzando a moverse al ritmo de la música.

Mirándole a los ojos, guiaba la danza con sus suaves pasos y movimientos para que pudiera seguirle su pareja sin dificultad alguna. Recordando lo que había escuchado anteriormente, hizo quebrar un poco la mudez entre ambos - Tengo otra pregunta - miro hacia los lados haciendo una mueca demostrándose un tanto pensativo sin dejar el ritmo y después volvió a mirarle - Según lo que me dijiste, ¿entonces nunca has tenido pareja o amante? -

Después de que le diera la señal el accedió a darse la vuelta y me dejó volver a ver su rostro, al voltearse me contó algo que me hizo pensar-..¿Ya empezará el castigo?-sentí un terrible escalofrío que recorrió todo mi cuerpo mirándole con algo de temor, aún sin subir mi mirada para no poderlo ver directamente a los ojos, sin embargo tambien mencionó que aprendería a como tratar con un ''amo''.. la ultima frase que dijo me dio un poco de miedo ''seré siempre yo'' pero a la vez.. a la vez me sentía algo aliviada, no sé por que ni como describirlo, pero.. y si tal vez.. ¿El no es tan malo como parece a simple vista?.. y si.. ¿Y si el me dará la protección y cuidado que he estado deseando desde hace mucho? Fue entonces cuando tuve el valor de verlo a los ojos, viéndole con una mirada inocente-..¿Será él el príncipe que me rescatara de la torre?..

Mi pensamiento fue brevemente interrumpido cuando Kuma me volvió a cargar de la misma manera que antes-Whoa!-fue bastante sorpresivo, debo aclarar, lo miré temerosa, me sentía mas débil de lo que suelo sentirme siempre a su lado, quizá es porqué el emana una energía de firmeza y poder, algo que me hace sentir completamente insignificante.. pero a la vez, como ya había dicho, me daba esa sensación de protección.. ¿No me estaré aprovechando de él?..

Volví a sentir el suelo, Kuma me había bajado de sus brazos, y apuntandome casi amenazadoramente con su dedo, o al menos así lo vi yo, me dijo que lo único que debía hacer era obedecer a mi ''amo''. Esa corta frase.. me hizo un recuerdo fugaz de mi antiguo Maestro, la única persona que me había engañado de forma tan terrible que me obligó a hacer cosas horribles, y todo por qué yo, viviendo en la inocencia e ignorancia, creí que el enserio me quería y solo deseaba lo mejor para mi, por eso no me negué a ''obedecer todo lo que me dijera''-....-me quedé callada como si hubiese entrado en una especie de shock temporal por esos breves recuerdos-No pienso volver a caer en lo mismo..-pensé frunciendo levemente mi ceño y mirando a Kuma como éste se alejaba y colocaba música de una radio que, por su aspecto, parecía bastante vieja pero elegante, siempre he pensado que lo que es considerado ''viejo'' puede tener sus signos de elegancia comparada con los objetos de ahora que son, mas bien, modernos.

Temiendo que su orden fuera similar a las de mi antiguo Maestro, con coraje, comencé a jalar la cadena que nos unía intentando, en vano, en romperla.. pero incluso mi fuerza era tan poca que Kuma pareció no percatarse de mi tercer intento fallido por escapar, o puede que si lo haya echo pero no le importó voltear. Cuando la música ya había comenzado y tomado su ritmo él se dio la vuelta y me invitó a una pieza de baile-..¿Danzar?-lo miré confundida, ¿Enserio quería eso?, no pude evitar ladear la cabeza ligeramente hacia la derecha viendo como el estiraba su mano hacia mi para invitarme a danzar con el-..Bueno..-a decir verdad eso no era algo para nada malo ni tampoco difícil, también he tenido profesores de este tipo de bailes calmados en mi pasado, por lo tanto sabría como corresponder sus pasos. El empezó a guiarme mientras danzábamos mientras que yo daba ligeros movimientos siguiéndolo, tomando sus manos dando a entender que era un baile en pareja. Sin dejar de bailar, su rostro se tornó pensativo y me hizo poco después una pregunta, yo solo me negué con la cabeza sin pensar mucho la respuesta-..He escuchado que las parejas deben tener confianza y amor entre ellas para ser una.. y yo no sé lo que es el amor, además, también soy muy desconfiada..-creo que lo ultimo él ya lo ha notado bastante bien pero no perdía nada con aclarar. Yo tenía una duda, una duda que por mas que quisiera no podía sacarme de mi mente, le miré a los ojos mostrando mi temor y timidez, su mirada era firme pero a la vez relajada.. era una combinación bastante rara-...amo.. ¿Por qué me compró?.. ¿Por qué me eligió a mi?-era algo que yo, simplemente, no podía entender.. habían muchas muchas cosas que me daban la contraria y me hacían ser una pésima ''esclava''. Era un poco cómico como podíamos hablar de todo esto sin dejar el baile en ningún momento.

- ¿Porque? - le miro a los ojos por unos instantes, pensando en lo linda que era. La respuesta que había dado a su pregunta no era la que se esperaba, pero tampoco le desagradaba, esperaba un sencillo si o un no, pero no solo recibió el no sino que ademas algo de lo que pensaba al respecto. Después de pensar un poco finalmente respondió a la pregunta que le habían hecho después de la suya - Es algo interesante, pues no estoy seguro - continuo el baile soltando ahora una de las manos de la chica para llevarla a la espalda de esta en una especie de abrazo - Supongo que me sentía solo y pensé que podrías quitarme esa soledad - mentira, eso era lo que estaba pensando en ese momento, pero cuando decidió comprarla no era mas que con fines lujuriosos y los típicos de un demonio que por ahora no se estaban dando a expresar de forma alguna. - Ademas, me pareces linda y bailas muy bien - termino su respuesta sonriendo.

La música termino y por ende también el baile. Kuma se aparto de su compañera y a corta distancia de ella hizo una reverencia caballerosa como se acostumbraba en antiguos tiempos en los bailes de gala. El peliverde fue y apago el aparato antes de que fuera a reproducir la siguiente canción. - Vamos - le indico a su esclava que le siguiera y comenzó a andar de nuevo por la cueva, aun que ya no iba cargando a la chica, pero el recorrido fue bastante corto y pronto llegaron a donde debían de llegar.

Una habitación bastante bien arreglada, con un sofá, un tocador y una cama ya que era algo pequeña y no podía caber mas que estos muebles y algunas decoraciones y aparatos. - Ve y hazme un te o un café - ya que no tenia una cocina como tal, solo le indico en donde guardaba lo que le pudiera ser necesario y cambio la cadena de las esposas por una lo suficientemente larga para que pudiera tener mejor libertad de movimiento, pero que tampoco permitía que se alejara demasiado. Se sentó en el sofá y tomando las piezas de una ametralladora comenzó a armarla esperando por lo que había ordenado.

Nuestros movimientos en el baile eran bastante calmados, al igual que la música que se estaba escuchando en estos momentos, me encontraba sostenida en Kuma con mis brazos rodeando su espalda y mi cabeza recostada en su pecho, pues era a lo mas que podía llegar considerando mi altura. El me había contestado que no sabía pero que le parecía linda y le gustaba mi forma de bailar, a esto ultimo yo me dediqué a bajar un poco mi mirada levemente sonrojada y con un tono de voz bajo, por mi timidez y modestia, le contesté-G..Gracias.. usted también baila bien..-pues era cierto, ahora mismo estaba guiándome en todo el baile a la perfección, no muchos suelen hacer eso, la mayoría tiene cuerpos demasiado pesados a la hora de bailar y el seguir el paso suele ser muy agotador para mi, o incluso guiarlo a el, eso significa que la pareja no sabe bailar en lo absoluto.

Poco tiempo después, cuando la música estaba concluyendo, nosotros hicimos un paso final y terminamos en hacernos una reverencia el uno al otro de la misma forma que un príncipe y una princesa, con elegancia en todo momento, respeto pero sin borrar esa leve sonrisa mostrando que disfruté de nuestro baile. Kuma se alejó un poco de mi, yo me dediqué a seguirlo puesto que las cadenas me jalaban y si hacía fuerza por quedarme solamente terminaría lastimándome puesto que jamás sería capaz de ganarle a Kuma en eso pues el tiene mucha mayor fuerza y resistencia que yo, con un simple jalón el podría tirarme al piso. Apagó la música antes de que la siguiente canción comenzara y después me guió nuevamente hacia el pasillo con apariencia rocosa y oscura, tenía miedo de la oscuridad puesto que permanecí cerca de Kuma en todo momento. Habíamos pasado el baño, el camino era todo recto, hasta que llegamos a lo que parecía ser la habitación de Kuma, donde había una cama grande y elegante y un sillón de tapizado rojizo frente a esta dándole la espalda. El militar se dirigió al sillón y se sentó en este, cambió nuestras cadenas por unas mas largas que las anteriores y me pidió que le trajese un té o café-..Etto.. C-claro..-no podía negarme, seguía sin sentirme del todo segura a su lado. Me acerqué al lugar que me había señalado, era un cajón a lado de la cama, donde se encontraban los sobres de café y de té acomodados en dos cajas diferentes, también habían algunos sobres de acompañamiento como azucares, cremas y leche en polvo pero esta vez iba a preparar un té pues al ser las horas de la tarde un café podría quitarle el sueño a Kuma y provocarle insomnio. Me dirigí ahora hacia una especie de microondas bastante extraño puesto que no era como cualquier otro si no mucho mas pequeño para poderlo llevar en cualquier lado, conecté su cable hacia la corriente y, cuando se encendió, puse la taza con el sobre de té a calentar exactamente los minutos que el sobre mi indicaba. Después de esperar un poco a que el microondas tuviese listo la bebida, la saqué del pequeño horno y le di un leve trago comprobando su sabor, al notar que no necesitaba ninguno de los mencionados acompañamientos puesto que su sabor era balanceado me acerqué hacia mi ''Amo'' y le entregué la taza de té-..Es té de manzanilla.. por favor.. disfrútelo..-hice una leve reverencia y permanecí de pie.

No pensaba sentarme a su lado o en su cama, eso sería como una falta de respeto considerando que no soy algo más que una esclava, me entretuve un poco jugando con mis dedos mientras Kuma terminaba de hacer lo que estuviese haciendo con su ametralladora, cuando el arma hacía ese sonido característico de cuando esta cargada me daban terribles escalofríos que incluso hacía que mi cabello se pusiera en punta de vez en cuando y mis ojos no mostraran algo mas que terror. Después de calmarme al inhalar y exhalar repetidas veces me di la vuelta observando el reloj, eran ya las siete con treinta y siete minutos, yo solía bañarme siempre a las siete en punto diario. Tragué un poco de saliva pues temía molestar a Kuma mientras bebía su bebida-..A-amo.. yo.. etto..-no sabía como decírselo, no se me venían las palabras correctas a la mente-..¿Puedo meterme a bañar?-preferí decirlo directo.

Mientras arreglaba su ametralladora, recibió pronto el te que había ordenado y al tomarlo con ambas manos lo llevo a su boca para poder saborear un poco. - Hiciste bien, Alice - dijo mientras lo saboreaba un par de veces y después lo dejaba sobre la mesa para continuar reparando su ametralladora. Ya llevaba mas de la mitad, pues únicamente le faltaba arreglar el asunto de que se atoraba después de unos cuantos disparos. Era una especie de pasatiempo el estar reparando sus armas, aveces intentando hacer nuevas y personalizadas.

Al escuchar la petición de su esclava, tomo su arma y se puso de pie no sin antes dar un ultimo sorbo a su te el cual dejo en la mesa. - Vamos pues - ya que estaban unidos por la cadena, también debía de ir al baño para que se pudiese bañar. Una vez que llegaron se sentó sobre la tapa del retrete continuando con lo que estaba realizando, pues también se había llevado las herramientas necesarias para terminar con su labor mientras esperaba a que la chica se bañara. Dio unas cuantas indicaciones acerca del agua fría y caliente, jabones y demás antes de dejarla que se bañara por su cuenta mientras el se concentraba, pero también añadió el que debía de lavar su ropa para no usarla sucia y por mientras le prestaría ropa suya, para esto tendría que avisar cuando hubiese terminado de bañar.

Una vez aclarado todo lo relacionado con la ducha, no volvió a decir palabra alguna sino que se enfoco totalmente en la tarea que tenia en manos. - Ju...ga...re...mos... ¿o jugare? - empezó a murmurar en voz mucho muy baja, hablando consigo mismo mientras daba los últimos detalles a su arma, antes de ir y arrojarla desde el baño hasta la caja donde tenia tantas guardadas y tomar una daga de una mesa ocultándola en su pantalón sin que Alice se percatase de esto. Si, había armas por toda la cueva, algunas a simple vista y otras mas ocultas en lugares que solo Kuma conocía ¿razón de esto? Su esclava no era la primera que entraba en aquel lugar ademas de el, pero era la que mejor suerte había tenido hasta ese momento.

Al menos tenía el alivio de que a Kuma le gustó el té que le había servido pues hasta me felicitó por ello, a su manera claro, pero el tema que me ocupaba ahora era si me daba permiso de tomar una ducha o me lo negaba, no creía que me lo negase ciertamente.. ¿Quien le negaría a alguien la oportunidad de estar limpio? Pero parece ser que aún a pesar de eso el no aceptaría soltar la cadena que teníamos en este momento. Suspiré, me sentía avergonzada, si apenas pude orinar sabiendo que no estaba sola.. ¿Como podré bañarme? El tomó su arma y le dio un ultimo trago al té que le había preparado, guiándome nuevamente hacia el baño. Lo seguí con la mirada baja y el ego por los suelos, jamás he considerado que tengo un lindo cuerpo, y por lo tanto tengo una actitud bastante pudorosa.. me será muy difícil bañarme con Kuma en el baño aun sabiendo que, como fue la ultima vez, seguro no voltearía a ver-..¿Pero porqué tiene que traer esa arma consigo todo el tiempo?..-pensé angustiada, tragando saliva una vez mas, algo que solía hacer siempre que tenía nervios para desatorar esos comunes nudos que se tiene en la garganta.

Cuando llegamos al baño el me dio una breve explicación sobre el utilizamiento de la bañera, la cual era una especie de tina pequeña y en forma circular/ovalada. Me explico donde estaba el agua fría y caliente, los jabones, shampoos y acondicionadores. Tambien me explicó algo referente a la ropa lo cual entendí perfectamente y agradecí por su ofrecimiento a prestarme ropa mientras lavaba la mía-Gracias..-dije en un tono semi-bajo mientras daba una leve reverencia.

Kuma se sentó en el retrete comenzando, nuevamente, a moverle a su arma, pareciera como si estuviera instalandole algo o no sé, me daban muchos nervios los sonidos que el arma hacía.. sentía que en cualquier momento dispararía. Intenté controlar mi miedo y también el pudor que ahora mismo sentía, volteé a ver una vez mas a Kuma comprobando que no estuviese mirando, y al estar segura de esto me desvestí completamente dejando mi ropa en una pequeña cesta que estaba a un lado del retrete, era para poder lavar especialmente esa después. Claro, antes de desvestirme había abierto el agua caliente y la fría hasta comprobar que el agua estuviese a una temperatura estable. Ya después de haberme desvestido toqué el agua y comprobé finalmente que estaba tibia, tal y como me gustaba a mi. Me metí a la tina de extraña forma dándole la espalda a Kuma; primero que nada remojé mi cuerpo y cabello para que estuviese listo para los jabones pero, cuando apenas iba a tomar la barra de jabón, escuché como si algo cayera al suelo de repente lo cual hizo que, del susto, soltará dicha barra y me volteara, lenta y tímidamente, para comprobar que se había caído. No había nada en el suelo, aquel objeto sonó lejos sea donde sea que cayó, solo se encontraba Kuma ya sin el arma que antes tenía en manos-..Seguro lanzó su ametralladora-supuse, suspiré y volví a darle la espalda empezando a buscar la barra la cual había ya perdido de vista-¿Donde estará..?

Notando como la chica había perdido el jabón mientras se bañaba y lo andaba buscando, el chico sonrió con malicia mientras que por su mente circulaban todo tipo de ideas perversas. Tomo una pequeña botella la cual contenía una extraña combinación de cloroformo y anestesia creada por si mismo, unto un poco de esta en un pañuelo y después guardo el pañuelo en su bolsillo y volvió a dejar la botella en su lugar. Se acerco lentamente hacia la usagi haciendo nulo ruido y al localizar rápidamente el jabón que tanto andaba buscando, lo clavo a su cuchillo y se lo ofreció a la peliroja - ¿Esto era lo que buscabas? - sonrió con demencia y malicia dejando que reaccionara un poco, pero después la tomo con fuerza de su cabeza y sacando nuevamente aquel pañuelo lo coloco en su rostro cubriendo su nariz y boca para que lo aspirara y pasado un poco de tiempo dejo de hacerlo cuando fue suficiente.

Se sentó fuera de la bañera mirando a la chica sonriendo de una forma bastante tétrica que demostraba que sus intenciones no eran para nada buenas. - Lo que acabas de aspirar es meramente una receta especial muy antigua que los alquimistas utilizaban para hacer una parálisis, no podrás moverte mucho, pero seguro podrás hablar y sentir todo normalmente. - llevando su mano encadenada hasta el rostro de la chica comenzó a acariciarle la mejilla, mientras que con la otra recostaba su cabeza en la orilla de la bañera lentamente. Después se desvistió el mismo y entro en la bañera junto con ella.

Sentándose a su lado tomo el jabón para el cabello y colocando un poco en sus manos empezó a frotarlas para hacer espuma - Espero que no hayas olvidado que mereces un castigo, ¿no?, pero primero habrá que lavarte bien - tras preparar el jabón en sus manos empezó a frotarlo en todo el cabello de la chica y una vez que termino de recorrer cada parte del rojizo cabello con sus manos, tomo una especie de regadora para enjuagarlo y tomando un poco lo acerco a su rostro para poder olerlo - Huele exquisito - se dedico a disfrutar de aquel aroma por algunos otros momentos.

Seguía tocando el suelo con mis manos intentando comprobar donde se encontraba el jabón pero por mas que lo intentaba no podía encontrarlo; suspiré frustrada hasta que de pronto vi como un jabón ''flotante'' aparecía a mi lado pero me di cuenta que en realidad no flotaba sino mas bien se encontraba clavado en algo bastante filoso... ¡Un cuchillo! Y ese cuchillo era sostenido por Kuma quien me miraba de forma bastante aterradora y demente, sentí como mi corazón comenzaba a correr bastante deprisa apenas vi esa mirada tan espeluznante. El me preguntó algo pero no pude escucharlo bien, no pensé en eso, solo intenté huir pero el me tomó de una forma bastante brusca llevándome contra el y colocándome una especie de pañuelo blanco cubriendo mi boca y nariz, la sorpresa hizo que intentara gritar y, por lo tanto, respirar profundo con mi boca lo cual hizo que tragara una espantosa fragancia que el pañuelo emanaba y, poco a poco, pude sentir como si mi lengua se durmiera, y no solo eso, todo mi cuerpo comenzó a aturdirse poco a poco-¿Que me está pasando?..-pensé con los ojos llorosos.

El se acercó a mi y me explicó a algo que, por mas que intentara, no podía entender.. me sentía.. drogada. Intentaba moverme pero mi cuerpo no respondía, sin embargo, podía seguir sintiendo el agua acariciando mi cuerpo y como Kuma acariciaba mi mejilla, también sentía mis lagrimas recorrer mis mejillas con miedo a gritar puesto que el seguía sosteniendo ese cuchillo. Vi como se alejaba pero hasta ahí pude observarlo, no podía voltearme para ver que estaba haciendo, pero cuando regresó lo vi diferente.. ¡Estaba desnudo! Mis ojos expresaron sorpresa y temor, solo podía ver como diferentes imágenes de mi pasado pasaban fugazmente por mi cabeza, tenía mucho miedo.. ¿¡Kuma me haría algo similar!? Mis lagrimas resbalaban con mas frecuencia, cerré mis ojos pues ya no quería seguir viendo mas. El se había colocado a mi lado con la intención de bañarme, me empezó a lavar el cabello colocando jabón sobre el, era aroma a frutas pero por mas que lo intentaba no podía sacarme el aroma al cloroformo de la cabeza. El me recordó el castigo.. por un momento había llegado a pensar que ya se le había olvidado pero temo que no fue así-..Lo siento..-le dije igual que las ultimas veces, sin dejar de llorar, el solo me siguió lavando el cabello para después mojarlo con una especie de regadera que estaba conectada a la tina, luego empezó a oler mi cabello deleitándose con el aroma que yo, simplemente, no podía disfrutar por mas que lo intentara-.. Déjame ir..-pensé con ganas de gritarlo, cerré mis ojos con fuerza e hice un máximo esfuerzo por alejarme de el, lo había logrado de forma lenta y forzada, pero me dejé caer sobre una orilla de la tina que fue lo máximo a lo que pude llegar, sosteniéndome con ambas manos de su respaldo para no caer. Seguía llorando, no podía evitarlo.

El ver como a pesar de la droga que le había obligado a inhalar, su presa aun podía hacer inútiles intentos por intentar escapar, le sorprendió bastante pues parecía tener una fuerte fuerza de voluntad aun que en este momento no le era muy útil. - ¿Oh? ¿Aun quieres aumentar tu castigo? - dijo dando vueltas al cuchillo que aun llevaba en su mano. Se acerco a ella y volvió a tomarla de sus hombros haciendo que se recostara en su pecho para proseguir con el lavado de su cuerpo.

Tomando el jabón empezó a frotarlo primeramente por sus brazos luego sus hombros y procedió asi hasta sus pies recorriendo todo su cuerpo, asegurándose que no quedara espacio sin lavar. - ¿Sabes? Te escogí a ti, porque me gustas - susurro en su oído cambiando la respuesta a una pregunta que le había hecho anteriormente, mientras terminaba de lavar sus pies pasando a volver a rociarle con la regadera para enjuagarla. Una vez totalmente enjuagada se coloco frente a ella y tomo su mano - Se bien que soy un desquiciado, pero lo que hago ahora no es por esto, sino porque no se expresarme adecuadamente - jalando de su mano la tomo y comenzó a acariciarle su espalda con la mano donde tenia el cuchillo, pero sin tocarla con este en algún momento - Puedes ser mi bella doncella, mi princesa si asi tu quieres - su rostro se mostraba mas calmado antes su inusual confesión, pero luego frunció el ceño mirándole fijamente a los ojos - Pero si igual es no, ya me perteneces de cualquier forma - dejo de sujetarla y la dejo nuevamente recargada contra la pared de la bañera jugando con el cuchillo en su mano - Te daré tiempo para que escojas, tienes diez segundos, nueve... ocho... - conforme iba disminuyendo la cuenta se acercaba muy lentamente a ella para llegar en el momento en que dijere cero.

Sus palabras solo hicieron sentirme peor de lo que ya estaba, intentaba dejar de llorar pero en cuanto sentí como me tomaba de los hombros acercándome mas a el hasta poder recostarme sobre su pecho, cerré los ojos escuchando lo que me decía sobre el castigo-..No creo que pueda ser peor..-pensé-..pero si puede.. no quiero averiguarlo..-empecé a sentir como recorría mi cuerpo con sus manos y el jabón en una de ella, no podía dejar de pensar en eso que me tenía tan mal, que me tenía tan angustiada y me hacía sentir terrible. Al sentir su aliento acariciar mi oído sentí de nuevo escalofrío, y lo peor es que ya no tenía siquiera fuerzas para apartarlo de mi aún a pesar de lo que me dijo, eso puede ser considerado lindo pero en la posición en la que me encuentro ahora me parece demasiado atemorizante y me daban unas increíbles ganas de gritar pero, como ya había dicho, el poseía en su mano un cuchillo del cual debía cuidarme.. si es que puedo.

Tomó aquella rociadora de agua que había usado para enjuagar mi cabello y con ella empezó ahora a enjuagar todo mi cuerpo, el agua estaba helada comparada con la que había en la tina por lo que no podía parar de temblar-Fr..Frío..-mencioné acercándome mas a Kuma pues su cuerpo estaba demasiado caliente. Cuando hice eso el me juntó mas a el jalandome de mi mano y empezó a acariciar mi espalda, esto me hizo sonrojar y no sé por qué, ciertamente.. el tenía unas manos muy grandes, a comparación de las mías, y se sentía bastante bien esas caricias. Sus palabras solo lograron cautivarme un poco, logrando disipar por breves instantes los pensamientos de mi pasado que tanto me tenían perturbandome en estos instantes, pero estos regresaron en cuanto frunció su ceño y volvió a recordarme que yo le pertenecía a el, pero esta vez, de una forma mucho mas amenazadora que cuando lo hizo hace unos minutos mientras bailábamos. Sentía como las lagrimas no dejaban de resbalar por mis mejillas después de ver como jugaba con su tan preciada navaja que, a mi, ya me estaba volviendo loca, mi corazón latía a gran velocidad y sentía que en cualquier momento el me atravesaría con ella-¿¡Porque estoy con un loco como el!?-pensé mostrando desesperación en mi rostro. Poco después inició una cuenta regresiva acercando su cuchillo cada vez mas y mas a mi.. el ver la punta brillar con la luz del baño para dejarme ver mi reflejo en su filo solo hacía que mis pupilas se contrajeran del miedo-B-Basta! Por favor!-grité temiendo que no podía hacer nada-..P..prometo.. prometo dejar de huir.. y.. y ser una buena esclava..-cerré los ojos sin dejar de llorar-..prometo hacer todo lo que tu me digas pero.. ¡Por favor..! ¡Basta!-estaba a punto de colapsar, mi corazón latía muy deprisa, podía desmayarme en cualquier momento si no lograba controlar mis emociones.

Al ver la reacción de la chica, al instante detuvo su cuenta regresiva y se quedo observándola detenidamente. Su rostro se fue relajando poco a poco mostrando ahora una sonrisa mas amable - Has pasado tu castigo, espero que ya no intentes escapar - dijo asintiendo y haciendo que el cuchillo se clavara en una pared muy lejos de ellos. Se acerco a ella y con ambas manos le tomo del rostro y lentamente acerco sus labios a los de ella, pero pensando en lo aterrada que podría estar, desistió de su idea y simplemente toco su frente con la suya con sus ojos cerrados pensando en que posiblemente ahora nunca le quiera como le gustaría que lo hiciese. Se hizo un poco hacia atrás y limpio sus lagrimas, después la tomo y la saco del agua haciendo que se sentara sobre el retrete. Tomo una de las chaquetas que tenia colgadas en una especie de ropero en el baño y se la coloco para que no tuviese frió, la chaqueta le llegaba a cubrir incluso parte de las rodillas y las mangas cubrían por completo sus brazos y manos haciendo notar lo grande que le quedaba.

Una vez bien cubierta, tomo su esclava como había hecho anteriormente y se dirigió al cuarto dejando que se acostara sobre la cama y la cubrió con las sabanas que habían en esta. Se vistió con unos pantalones y una chaqueta solo para no estar desnudo y fue a sentarse al lado de ella, pero al intentar decirle palabra alguna no fue capaz mas que de abrir la boca y quedarse mudo. Dado que no podía hablar, mejor se dio la vuelta dando la espalda a la chica y tomo una daga que se encontraba en la chaqueta que el vestía. Tomando la daga de su hoja, recargaba su barbilla en el mango mirando hacia el vació pensativo. Por su mente procesaba que seguramente se había pasado demasiado con su forma de disciplinar a su esclava para que ya no intentara escapar, las cadenas que los unía era mas que suficiente para evitar que se fuera, pero lo que le molestaba en realidad era el hecho de que intentara escapar, mas aun sabiendo esto no ayudaba mucho a que se olvidara de esa idea y lo mas que hacia era hacer que tuviera mas deseos de irse lo antes posible. Ahora pues, si bien nunca ah tenido a alguien con el con esas intenciones, ¿porque tendría que tenerlo ahora? Le pertenecía y eso era todo lo que importaba, ¿no? Finalmente dejo caer la daga al suelo con obvio desanimo.

Pude ver como la reacción de demencia que ahora mismo tenía en sus ojos comenzaba lentamente a relajarse al igual que esa sonrisa sádica que llevaba que se fue transformando en una que solo mostraba tranquilidad ''Has pasado el castigo'' eso fue lo único que tomé en cuenta de su frase, me dio un leve escalofrío-¿Ese era el castigo?...-las lagrimas, hace poco, habían terminado de caer pero en cuanto supe eso no pude evitar volver a hacer que brotaran de nuevo-¿¡Porque tuvo que asustarme así!?..-empecé a sollozar, algo que antes no hacía, e igual que una niña pequeña me llevé mis puños a la cara, con algo de molestia pues la droga aun no había cesado, y empecé a tallar mis ojos para que estos dejaran de llorar pero por el sentimiento que tenía eso era posiblemente imposible ahora, o eso creí, hasta que vi como Kuma me tomaba del rosto y acercaba sus labios hacia mi-¿¡Piensa besarme!?-¿¡Pero como se le ocurre!? Después de lo que me hizo. Lo único que hice es que, con las molestias que la parálisis me causaba, extendí mis brazos hacia el lo mas que pude pero solo alcancé a tocar su pecho, yo quería empujarlo, pero simplemente no podía hacerlo, la droga me lo impedía. Sollocé una vez mas hasta que sentí que su frente tocaba con suavidad la mía, esto hizo que, como si fuese un rayo, una sensación de paz atravesara todo mi ser y, de la nada, las ganas de llorar desaparecieran. Lo mire confundida unos segundos, el tenía los ojos cerrados, a mi parecer eso era como si me estuviese pidiendo perdón de una forma honesta pues si fuese mentira no haría este contacto que esta haciendo conmigo ahora, respetando lo del beso. Haciéndole saber que lo había perdonado no aparté mi frente de la suya en ningún momento, solo bajé la mirada un poco mostrando que aún no estaba del todo segura si perdonarle o no. No sé si el captara estas señales que el hacía y que yo hacía pero no le hallé importancia, dejé que me sacara de la tina puesto que yo simplemente no podía. Me llevó hacia la tapa del retrete la cual estaba bastante fría al igual que el viento que ahora mismo lo consideraba helado. Me prestó una especie de chaqueta similar a la suya que, al ponérmela, me di cuenta de que me quedaba demasiado grande pero eso era mejor pues me cubría la mayor parte de mi cuerpo de una sola vez.

De nuevo me había vuelto a cargar como las ultimas veces llevándome esta vez hacia la cama, no dejé de verlo a su rostro, se notaba serio y pensativo y es por alguna razón me causaba mucha angustia.. como si tuviera ganas de ayudarlo. Al dejarme recostar en su cama y haberme cubierto con sus sabanas el se sentó, yo mire hacia el techo intentando repasar bien las cosas y todo lo que había sucedido antes demasiado rápido; cuando volteé de nuevo el ya me estaba dando la espalda-...-no sabía que decir, no tenía palabras, por lo que tuve que armarme de valor para poder hablarle-..A-Amo..-llamé su atención-..¿Podría venir.. aquí conmigo?-aparté la mirada pues me daba pena verlo al rostro-..tengo frío..-quería hacerle ver que lo había perdonado pidiendo que se acostara conmigo, además, recuerdo que hace poco en la tina, al tocar su cuerpo, el estaba demasiado caliente.. así podría quitarme el frío mas rápido. En cuanto el aceptara, sí es que lo hacía, yo me aproximaría hacia el acurrucuandome a su lado en una especie de posición fetal para tomar el calor mas rapido.

Kuma se encontraba desanimado mirando hacia el suelo, cuando escucho las palabras que provenían de su esclava. Se volteo y lo miro primeramente de reojo antes de esbozar una sonrisa y sin decir algo, solo se acostó al lado de la chica entrando cubriéndose también con las mismas sabanas que la cubrían a ella. Las acciones de Alice eran muy inesperadas, pues lo que se esperaba en realidad era que le rechazara y le temiera por el resto de su vida, incluso que intentara deshacerse de el para poder escapar y ser libre, pero no parecía ser el caso. En el caso en que se acerco, el paso uno de sus brazos por sobre ella abrazándola y acariciando sus cabellos. Era un momento extraño el que estaba ocurriendo, pues no se atrevía a decir palabra alguna, simplemente le acariciaba mientras mantenía su vista fija en la nada aun pensativo. Había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que estuvo asi, si es que alguna vez lo estuvo.

Después de un poco de tiempo, opto finalmente por hacer algo que tal vez podría perjudicar después, pero que sentía una extraña necesidad de hacerlo aun a sabiendas de esto, asi que se hizo un poco hacia atrás y tomo el rostro de la usagi de la misma forma en que había hecho anteriormente en el baño, pero que a diferencia de la vez anterior que no pudo realizar lo que tenia en mente, esta vez si lo hizo. Acercando sus labios lentamente a los de ella, ambos finalmente se encontraron en un suave y cálido beso, pero en cortos momentos se separo de ella y simplemente se quedo ahí, volteando a mirar al techo como si hubiese hecho algo que no debiera, como si aun a sabiendas de que estaba con todo el derecho de hacer lo que quisiere con su esclava, pues con los esclavos se podía hacer todo lo que se desease, sintiera que estuviera yendo contra una norma o regla mucho muy importante y que aun que no estuviera explicita en algún documento oficial de la ley, para si mismo era algo vital.

No vi su expresión, me negaba a voltearlo a ver, y no porque estuviese enojada con el realmente.. sino porque la petición que hice me causaba algo de vergüenza, jamás le había dicho algo parecido a alguien a excepción claro de mi niñez donde solía pedirle a mi mamá o a mi papá que se acostaran conmigo los días de mucho frío pero, a diferencia de Kuma, ellos me contestaban que ya estaba demasiado grande como para dormir con la compañía de mis padres y me dejaban sola. En cambio el, el pareció agradarle que se lo pidiera lo cual, la verdad, me hacía sentir aliviada puesto que esta pena que tengo no ha sido en vano. El se acercó a mi y, al ver como me acurrucaba cerca de el para borrar cualquier rastro de frío que tuviera, el me rodeo con su brazo a modo de abrazo mientras acariciaba mi cabello. Esta posición en la que nos encontrábamos.. no lo sé.. me hacía sentir protegida.. y esa sensación de protección me agradaba, se podría decir, que el ha sido la única persona que me ha echo sentir eso.. bueno.. a parte de ''él''-Amo.. yo..-mencioné sintiendo como acercaba mi rostro al suyo, pensé que sería igual que la ultima vez, pero esta vez ocurrió un suceso final inesperado.. el me besó. Sentí sus cálidos labios tocar los míos, fue un beso sorpresa que, a decir verdad, jamás pensé que recibiría uno como estos; sentía como mi corazón comenzaba a latir de una forma diferente, latía rápido, pero no de la forma que late cuando estoy asustada.. al contrario.. me sentía bien, el calor ya no solo lo estaba sintiendo en el exterior de mi cuerpo sino también ahora en el interior.. quería sonreír de lo tan bien que me sentía pero me limité a cerrar los ojos para poder seguir disfrutando del beso pero.. ¿Eh? Kuma se había apartado antes de que pudiese disfrutarlo bien pues la sorpresa no me había dejado. Lo mire con confusión algo de desanimo por haberse separado así como así pero el mantenía su mirada hacia el techo como si algo estuviese surcando por su mente-..¿Que estará pensando?-me pregunté a mi misma. Bajé la mirada, devolviendole nerviosamente su abrazo mientras que, con suavidad, le brindaba un corto beso en el centro de su cuello lo cual hizo que un cosquilleo en mi pecho surgiera, sentía que hacer eso estaba mal considerando que el era quien daba las ordenes aquí, pero considerando su altura a comparación de la mía y que estuviese mirando hacia el techo me impedía poder darle yo un beso en su boca, el cuello es lo único que pude alcanzar-..Amo.. prometo hacer todo lo que usted me pida, no volveré a intentar de huir como ya se lo había dicho.. pero.. ¿Podría escuchar mi petición?-bajé la mirada con temor, sintiendo como mis mejillas se tornaban cada vez más rojas-..Le pido.. que me proteja.. siempre.. ¿Podría?..

Al sentir el beso y escuchar las palabras de su esclava, volteo a mirarle algo confundido, pero después se mostró alegre por lo que estaba diciendo. Nuevamente volvió a voltear todo su cuerpo hacia ella para volver a abrazarle de la misma forma, con la diferencia de que ahora también utilizaba su otra mano para acariciarle su cabeza, detrás de sus orejas. - Pensaba hacerlo, aun y cuando no me lo pidieras - sin dejar de acariciarle, poso la cabeza de ella contra su pecho para que no lo viera sonreír con esa malicia tan característica de el. Lo había logrado, domesticar a la coneja escapista.

Se hizo un poco hacia abajo volviendo a estar a la altura de ella y con la mano que se encontraba detrás de sus orejas, la acerco hacia el para poder reanudar nuevamente el beso que habían hecho anteriormente, solo que esta vez duro mucho mas tiempo y le resulto mucho mas placentero. Mientras que una de sus manos continuaba acariciando detrás de sus orejas, la otra comenzó a moverse lentamente recorriendo su cuerpo hasta llegar a sus piernas, donde se detuvo y empezó a acariciarle estas. Se separo por cortos momentos del beso para poder hablar y a la vez para recuperar un poco el aliento - Dijiste que harías todo lo que te dijera, ¿no? Complaceme entonces - dicho esto, volvió a reanudar aquel beso, solo con la diferencia de que su lengua entro en la boca de ella para encontrarse con la suya y acariciarla con los ojos cerrados. Su mano que se ubicaba en sus piernas, lentamente empezó a ascender por su piel levantando un poco lo que la chaqueta cubría y le descubrió lentamente hasta llegar a sus caderas donde se quedo acariciando. Poco a poco empezó a hacerse sentir calor, a causa de la excitación que provocaba estas acciones que ya no se podían detener.

Me sentía muy feliz al escuchar las palabras que mi Amo me brindaba, el saber que de ahora en adelante sería protegida por alguien como el me hacía sentir feliz y segura, ya no tendría por qué sentir miedo de nuevo sabiendo que mi Amo estaría ahí conmigo para ayudarme y protegerme-..Amo.. usted es tan cálido..-mencioné con una tierna sonrisa al sentir como me abrazaba contra su pecho, restregando mi rostro sobre el. No solo me había echo sentir bien con su respuesta ante mi petición sino que ahora descubrió un punto débil en mi el cual era que me acariciara detrás de mis orejas, no pude evitar sonreír con regocijo al sentir tales caricias que solo me hacían sentir mejor.

Vi como comenzó a bajarse para estar a la altura de mi rostro por lo que no sentí temor esta vez de mirarlo a los ojos mientras le mostraba mi sonrisa, una sonrisa que duro poco cuando sentí que volvía a empujar mi rostro hacia el suyo para reanudar el beso que el mismo había cortado hace poco. Ahora mismo me sentía tan bien y feliz que esta vez la sorpresa no duro mucho y me dediqué a disfrutar el beso el tiempo que duro, tenía en mente que por ser mi primer beso no me consideraba una buena besadora pero ciertamente ahora mismo ni siquiera me preocupaba eso. Mi alegría duró hasta que sentí como la mano de Kuma, aquella que no estaba utilizando para nada hasta ahora, comenzó a recorrer mi cuerpo de tal manera que me daban algunos escalofríos pues no estoy acostumbrada a que toquen mi cuerpo de esa forma. Abrí los ojos un poco mostrando mi confusión en mi mirada hasta que sentí como sus manos se detenían en mis piernas y empezaba a acariciarlas, este acto solo trajo malos recuerdos a mi cabeza, lo cual cortó de inmediato mi inspiración e intenté separarme del beso pero, extrañamente, Kuma estaba utilizando fuerza para que no me separara de su aprensivo beso, no podía hacer nada, forcejeé pero me pude separar solo cuando el desistió solo para decirme algo que esperaba nunca volver a escuchar ''Complaceme'' Esa palabra solo me hacía sentir peor, era increíble como de estar en las nubes ahora mismo caí de cabeza hacia el suelo-A..Amo.. yo no..-sin que pudiese terminar mi habla el volvió a juntar sus labios con los míos, seguí forcejeando como hace un rato para separarme pero entonces ocurrió algo completamente inesperado-..E..¿¡Esta metiendo su lengua!?-abrí mis ojos de par en par al sentir eso; esto hizo que, de forma extraña, me comenzara a sentir débil físicamente, como si perdiese las fuerzas, no sabría explicarme bien puesto que es la primera vez que siento esto.. pero.. me sentía vulnerable, creo que era la mejor palabra que he podido utilizar. Sus manos seguían ascendiendo logrando entrar en aquellos lugares donde la chaqueta me cubría, se detuvo en mis caderas y me acarició provocandome varios escalofríos-N-No.. el calor.. esta aumentando..-sentía como mi sangre ardía, la cabeza me estaba empezando a dar vueltas y mi cuerpo empezaba a transpirar por el calor que se me era encendido tal como si sus besos y caricias fuesen el interruptor que me encendiera. No lograba entenderlo, jamás había sentido esto y no tenía ni idea de lo que era. Me separé del beso para recuperar aliento, dejando un hilo de saliva entre su lengua y la mía, mi lengua yacía afuera de mi boca puesto que, igual que un perro sediento, intentaba tomar el aire que se me había sido arrebatado con el beso pero mi respiración se había alterado demasiado-Amo.. me.. me siento rara.. por favor.. deténgase de una vez..-le pedí, le tenía miedo a lo desconocido, y esto ciertamente no lo conocía.