Descanso(libre)

Nuevamente un día calmado, me había levantado y pedido un carro para ir a las termales nada fuera de lo común no quería presumir ni mucho menos...Hoy no quizá mañana, pero en fin, baje las maletas del carro y seguí el camino a la recepción de las termales para tornarme algunas vacaciones, realmente no era que las necesitaba pero habían dicho que eran nuevas y mi interés me invadía por reconocer y sumergirme en sus calientes aguas hasta mas no poder.

El encargado se ocupo de mis maletas mientras mis ojos se ocupaban de recorrer el lugar y analizarlo lo mas que podía con una diminuta sonrisa en mis labios, revise la llave que se me había entregado y note que era una de las cercanas a las aguas y con vista a las montañas por lo que voltee a ver al encargado ¿Se abra dado cuenta de quien era?...Bueno realmente no le importaba así que tan solo se limito a seguirlo y agradecerle por haberle dejado las maletas en la entrada de la habitación con ese cuidado respectivo de las personas de ese tipo de lugares Gracias

Fue lo único que salio de mis labios mientras abría la puerta y observaba mientras tomaba las maletas el interior, poseía ciertos aires de calma,tranquilidad y ese típico tono aburrido para que no te quedes en la habitación y bajes a las aguas termales Se supone que aquí tendría que haber otra persona... Esperaba que realmente no fueran del tipo de personas idiotas por lo que terminaría usando su katana, unos minutos después comenzó a desvestirse y colocarse su toalla alrededor de su cintura con cuidado sintiendo a alguien tocar la puerta.

Descanso es lo que le habían exigido a Crystal, su doctor personal la notaba estresada por las ventas y el nuevo cargamento de esclavos que eran más que difíciles de domar, entre muchas cosas más la tenían con los nervios de punta. "Descanso, eso es lo que usted necesita señorita Castle" le dijo el Medico en tono autoritario, a tal punto que obligo a la azabache dejar la tienda a cargo de su ayudante, lo cual no lo tranquilizaba del todo.

> Espero que Bluend pueda con todo... < murmuraba cada que se acordaba que el minino quedo a cargo de lo más importante en su vida. > Es una exageración, estoy más que calmada... < suspiro en maldiciones.

El deportivo rojo que manejaba ronroneaba por el sendero empedrado rumbo a las aguas, agitando el cabello de Crystal ferozmente. Llegaba un poco tarde y seguro perdería la reservación si no se daba más prisa, piso el acelerador sin miedo para llegar alos 180 km/h, el estrés y el miedo por perder la reservación fue una muy mala combinación, pues en una curva derrapo perdiendo el control por milisegundos. Detuvo el automóvil con el corazón acelerado, saco las llaves controlando su respiración.

> ... V-Venga... necesito bajarle a mi estrés...
Al llegar al establecimiento un joven ayudo a bajar sus maletas, muchas para solo ser un viaje de tres días. El joven le pregunto algo, pero Crystal aun seguía asustada por lo del accidente, por lo que no escucho y se dirigió directo a recepción. El "Argh" que exclamo la azabache retumbo por toda la sala, había perdido la reservación y le tocaba compartir en una habitación mixta con un extraño.

> Perfecto... más que perfecto < refunfuñaba entre dientes llegando hasta la habitación, golpeo la puerta con delicadeza y suspiro. > D-Disculpe, ¿Podría abrirme? < hablo con amabilidad, junto con un tono dulce que la caracterizaba, el problema era que por dentro se la llevaba el demonio.

Me encamine a la puerta abriéndola con cuidado, pues al parecer era una chica y no quería molestarla ya que su tono de voz aunque demostrara cierta paz también tenia algo cansado dentro de el; finalmente abrí y le mire con una diminuta sonrisa para volver a acomodar mis cosas, nunca me había gustado compartir pero no quería incomodar a nadie por lo que simplemente moví las cosas a mi cama y seguí en lo mio, no me interesaba que pasara pero mi instinto de caballerosidad me hizo voltear y verle sus maletas, ¡La chica era mucho mas preparada que yo!, reí divertido y pase por su lado tomándole las maletas y dejarlas adentro. No emití ningún sonido luego de eso y termine con lo mio para quitarme la corbata y comenzar a desabrochar mi camisa, dejando ver mi abdomen bien marcado.

Perdone...¿Pero seria tan amable de pasarme esa toalla? Sonreí en su dirección mientras terminaba de quitarme la parte superior y rascarme mi nuca, el aire se hacia mas espeso cada vez por los vapores de las agua por lo que prendí el aire acondicionado y la voltee a ver ¿Esta bien que lo encienda señorita?...Si no puedo dejarlo como estaba...Me decidí a sentarme mientras esperaba la respuesta de la joven y que me pasara la toalla, no pretendía invadirle su espacio sabiendo que ahora tenia que compartir habitación con una chica, me le quede viendo por unos segundos detallando la para luego desviar mi mirada y voltear a ver la puerta.

Una vibración en la parte trasera de su pantalon la hizo dar un brinquito, un trabajador de las aguas le miro con intriga para recibir una sonrisa avergonzada de Crystal; minutos antes había visto un cartel que pedía (exigía) no usar aparatos de comunicación como telefonos, computadoras, bipers o tabletas, al parecer acababan con la armonía el descanso que la empresa proporcionaba; "Tonterías" refunfuño la azabache mientras miraba el picaporte moverse. La puerta se abrió y un hombre con una sonrisa sencilla la recibió, solo para después alejarse, Crystal apenas y alcanzo a devolverle la sonrisa, el chico se veía ocupado con sus cosas.

Suspiro tomando un mechon de su cabello pues ahora tenía el problema de meter sus cinco maletas, tomo la más grande y llevo hasta su lado de la habitación, no sin antes percatarse de la risa discreta de su acompañante, al parecer le había entrado lo caballero y ayudado a meter las demás maletas. > Muchas gracias < murmuró la azabache en un tono apacible. Después de eso nada, ni un sonido, cada uno estaba ocupado arreglando sus cosas, a Crystal en especial se le hacia más dificultosa la acción. > Oh? < volteo a mirar al chico quien ya estaba desnudo de la zona superior, lo que hizo sonrojar apenas un poco a la azabache. > Claro... < busco con la mirada la toalla y se la lanzo sin mirarlo. Asintió tranquila cuando le pregunto sobre el aire acondicionado, pues en esos momentos su mente estaba distraída... "Se supone que son baños mixtos... es implica..." su sonrojo aumento un poco más por lo que cubrió sus mejillas con un mechón de cabello.

Dejo de pensar y se recosto en la cama, suspiro hondamente para sentirse relajada, o sentir que tenía que relajarse. Pronto, sin darse cuenta, había entrado en una especie de estado somnoliento, un coma de relajación.

No me voltee cuando lanzo la toalla tomándola con mi mano y dejarla caer sobre la cama, ¡Finalmente había terminado de acodar las cosas! me voltee y pude percatar a la chica en ese estado, parecía cansada por lo que suspire y tome una de las sabanas sacudiéndola con cuidado de no hacer ruido, me acerque y se la puse sobre sus hombros terminando de quitarme lo que quedaba de mi ropa y envolverme en la toalla rápidamente por si la chica se despertaba y veía algo que no deseaba. La puerta sonó y camine a ver quien era ¿Comida?...¡Yo no pedí comida!...Pensaba el chico con una mirada perdida abriendo la puerta y llevándose una sorpresa al ver al gerente saludarlo con tanta confianza, al parecer habían desocupado una habitación mas grande y tenia que llevar a alguien consigo si aun la quería, di un suspiro y voltee a ver a la chica. Quizá no era el momento de decir algo así pero acepte volviendo a guardar las cosas en las maletas

Oye...Despierta vamos a cambiar de habitación ¿te place?...Es mas cómoda y grande te ayudare con las maletas Una tierna sonrisa se iba embozando en mis labios mientras esperaba su sonrisa, no era del tipo de personas que solían hacer esto pero si tenia a alguien tan cerca podía aprovecharlo para no perder la oportunidad de perder la habitación por solo compañía, ordene que se llevaran mis maletas y las de la chica no ya que aun no daba su respuesta Yamamoto Takeshi...Ese es mi nombre Camine hacia la puerta tomando el amarre que llevaba en mi cintura, ya me comenzaba a sentir incomodo por andar de lado a lado con la toalla puesta y no poder ir a las aguas, aparte, ese nuevo cambio de habitación meritaba volver a caminar a arreglar mis cosas con la toalla allí y seguramente tendría que cambiarme para que la chica no se sintiera ofendida o acosada de mi presencia.