Residence マフィア Tashibana

Entrecerré los ojos levemente, el chico al parecer no tomo mi ultimo comentario como una broma, pero su respuesta fue satisfactoria... claro y aunque Midorima no lo supiera, este estaba en un tiempo de "prueba" y no es por que dudara de él o desconfiara un poco, siempre he sido así y era mejor estar con una mano atrás y otra adelante... no se donde había escuchado eso, pero era muy cierto. Llene mis pulmones de aire al ver que el joven lobo ya estaba sentado junto a mi, y al hacer eso, un olor lleno mis pulmones, no sabía como interpretar ese olor, pero me fascinaba.

No pude evitar sonreír completamente, su tono de voz para con uno de mis títeres, era autoritaria y firme, ofreciéndole una sonrisa a el ookami mire hacía al frente, aunque mi títere estaba algo indeciso en obedecer o no, sabía a que se atenía si no me llevaba a casa, claro este después pagaría por no hacer caso, por dudar. Aunque no quería darle mucha autoridad al lobito, pero también deseaba que este se sintiera libre de hacer cualquier cosa le deje dar esa “orden” sin reclamar ni decir nada.

Sonreí levemente, mientras quitaba la mano del joven y la ponía en mi regazo, esto para poder desatarme los listones que hacían mis dos coletas, al estar mi cabello suelto me lo arregle con mis manos y usando uno de los listones, amarre mi cabello hacia el lado izquierdo. Enrede mis dos brazos en el brazo del joven que anteriormente había colocado en mi regazo, para poder apoyarme en su hombro y acomodarme en este. Cerré los ojos por un –según yo- instante, al abrirlos ya estábamos en casa –Increíble que haya dormido- pensé para mi. Lo vi bajar del auto e igualmente mirar mi hogar, una sonrisa que sentí era cansada tomaron mis labios, suspiro al tomar su mano para poder salir del Audi.

Arreglándome un poco la ropa eliminando esas arrugas invisibles de ellas por estar tiempo sentada, miro de reojo al lobo peliverde, para luego colocarme enfrente suyo y soltando un suspiro algo triste le hablo -¿Impresionante?... nee eso que no la haz visto por dentro- ladeo mi rostro un poco –Es triste esa casa…- dejo inconcluso mi frase mientras me encamino a la entrada de la misma –Ven… él llevara tus maletas a la casa- le digo sin darme la vuelta y haciendo un gesto con mis manos para que me siga.