Buscando una preciosa minina

Las horas del día avanzaban lentamente, un solo minuto se le hacía eterno allí sentado en su cama, con la espalda apoyada contra el muro frio de su habitación, girando la cabeza a la izquierda, la ventana semi-abierta mostraba un cielo azul exquisito, perfecto para un paseo por el parque, un día en la pileta, incluso ir y comer algo delicioso en algún restaurant tranquilo, mas no había ninguno de esos planes anotado en su agenda, no desde hacía ya mucho tiempo, la idea de salir a tratar de divertirse se había perdido una temporada, no tenía caso, amigos no tenia, pensaba jamás necesitarlos y ahora se arrepentia de ello.

Suspirando con suavidad se levantó, no quería más esa soledad, pondría fin a eso y la mejor idea que se cruzó en su mente fue el ir a por una compañera, posiblemente encontraría alguna que se quedara con él. Tomando un rápido baño y vistiendo con un pantalón de mezclilla azul, una camisa de color claro y un chaquete encima cogió su celular, cartera y llaves antes de salir de su apartamento dirigiéndose a paso lento a la fabrica abandonada.

Por su camino encontró muchos amos y pets, se veían contentos de estar juntos, o acaso estarían actuando…la verdad no quería saber, solo quería llegar allí prontamente. Después de unos veinte o treinta minutos allí estaba, frente a la puerta de dicho negocio, traspasando este sintió el clima gélido que proporcionaba el aire acondicionado del lugar, era bastante agradable pues fuera se notaba ya el cambio de estación.

Avanzando hasta el mostrador, observo sobre el mismo un par de fichas de algunas pets, viendo alli a una preciosa minina de nombre yuki, sin pensarlo mucho tomo esa ficha y golpeo suavemente la campanilla un par de veces esperando a que algún vendedor le atendiera, al verle acercarse sonrió con suavidad – Buenos días, disculpe ¿podria darme a esta chica?- susurro con voz lenta mientras señalana la fotografia de la minina mientras recargaba uno de sus brazos en el mostrador mirándole a los ojos aguardando su respuesta.

Gracias – murmura el joven peli naranja mientras toma el papel que la vendedora le entregaba, leyendo la ficha con cuidado, seguidamente los campos que debía rellenar, halándola con una mano mientras sacaba una pluma de color negro de entre sus ropas.

Rasgando con suavidad y sin prisas ambos documentos, al terminar acerco estos a las manos de la vendedoar mientras esbozaba una sonrisa en sus labios – Listo ¿tardaran en traerle ante mi? – pregunto con voz serena y tranquila mientras pasaba el cheque con la cantidad requerida, si bien sonaría a tener prisa en realidad no era así.

Escuchándole antes que se fuera, Ren se acercó a una de las ventanas apoyando su frente en el cristal frio de la misma, observando hacia afuera, se veían bastante felices las personas que caminaban de un lado a otro, acompañadas algunas de sus pets, otras al parecer de personas comunes y corrientes o eso aparentaban, en ocasiones era difícil diferenciarlos uno de otro pero no importaba, al menos en ese momento pues en poco esa preciosa gatita estaría allí.

Respirando lentamente, podía saber que tan lejos estaba la vendedora, mas ahora un dulce aroma le acompañaba, seguramente esa seria Yuki, sonrió para si mientras se colocaba de espaldas a la pared y avanzaba lentamente junto al mostrador como si nunca se hubiera separado de este mismo, observando atento a la puerta por donde saldrían, viendo a los ojos a esa tierna minina. Al escucharla esa sonrisa en sus labios se acentuó mas aun, estirando una mano para acariciarle una de sus mejillas mientras escuchaba a la vendedora y asentía a lo que le decía.

Ren Jinguji, el gusto es mio linda – susurra tomando una de sus manos, elevándola para poder besar el dorso de sus dedos manteniendo su vista en la ajena, esos grandes y expresivos ojos, no se cansaba de mirarla. – Dime querida ¿hay algún lugar al que desees ir? – apenas eran la una de la tarde y había un clima agradable fuera, así que si Yuuki deseaba visitar algún lugar no había mejor momento para hacerlo.

Descansar y/o comer, era un tanto sencillo elegir o decidir dónde ir, pero también había pedido un tour por la ciudad así que eso era ya levemente difícil para el peli naranja, mas no le negaría aquello a la preciosa minina, quería mostrarle tantos lugares como fuera posible. Aclarándose la garganta sonrió mirándole – Ágamos esto, te mostrare los lugares por los que pasemos mientras vayamos en el taxi, y durante los siguientes días iremos a muchos otros ¿te parece?

Para que dar un vistazo algo rápido a cada lugar, si podían tomarse su tiempo los demás días y pasear en cada uno con total tranquilidad, al menos para él esa era una buena opción, así podrían descansar cada día, conocerse, hacer buenos recuerdos en los mejores lugares que la ciudad podía ofrecerles.

De momento iremos a un hermoso restaurant – toma su mano halándole hacia la calle, deteniendo a un taxi que pasaba por allí tras unos pocos segundos - ¿te gusta la vista al mar? – tal vez aquello sería una pequeña pista de a donde le llevaría. Dejándole entrar primero en el vehículo, se mete seguido y susurra la dirección al conductor.